Por Roberto Desachy Severino
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Historia de un doble secuestro, 1ra parte
La de Adrián César Vázquez Ávila es una historia trágica por sus acontecimientos, dolorosa por la frecuencia con que en Puebla y México predominan los caprichos personales y la corrupción en los órganos encargados, supuestamente, de impartir justicia y, también, es alarmante por la impunidad con que personajes poderosos del gobierno estatal anterior y actual pueden destrozarle la vida a alguien.
Adrián César Vázquez Ávila fue secuestrado en dos ocasiones: la 1ra en diciembre del 2010 a manos presuntamente del Cártel de Tepito, que lo golpeó y mantuvo preso durante un día en Nuevo Laredo Tamaulipas y, la 2da, por la Procuraduría General de Justicia (PGJ) marinista y el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) primero marinista y luego morenovallista, que hasta el momento lo mantienen sin trabajo, sin familia y le conculcaron su vida, en lo que implica – sin duda – el peor de los secuestros.
Vázquez Ávila era el Secretario de Acuerdos del Juzgado 4to Penal, cuyo titular era el juez Alberto Miranda Guerra en la ciudad de Puebla antes de que su vida y la de su familia dieran un vuelco trágico. Pero abogado al fin y al cabo, ha tratado de recuperar su existencia mediante el recurso de la ley y, por ello, ya interpuso ante la Cámara de Diputados federal sendas peticiones de juicio política contra los últimos dos titulares del TSJ, León Dumit Espinal y David López Muñoz.
PRIMER SECUESTRO, EL CÁRTEL DE TEPITO
El infierno en la tierra, en Puebla, para Vázquez Ávila y su familia comenzó el 23 de noviembre del 2010, cerca de las 9 de la mañana, cuando el Secretario de Acuerdos del Juzgado 4to penal salió de su domicilio en La Calera, con dirección a su trabajo, en Ciudad Judicial. En la 24 sur, a la altura del parque ecológico, fue interceptado por 3 vehículos, cuyos ocupantes lo redujeron golpeándolo, poniéndole cloroformo para dormirlo y subiéndolo en una camioneta.
De casi 2 metros de estatura, el ex funcionario del TSJ se quiebra al recordar su 1er secuestro: "luego de que me pusieron cloroformo, desperté horas después, desnudo, con las manos y pies atados y los ojos también cubiertos. Por lo poco podía que ver con el rabillo de los ojos, había otros cuerpos ahí, ya que observé piernas, brazos, etc".
"Me golpeaban, me decían que me iban a descuartizar, me amenazaban reclamándome juez de mierda, ahora sí ya te cargó la chingada, te vamos a matar desgraciado, la traición se paga con la muerte", narra Vázquez Ávila, quien también "escuché gritos y lamentos que venían, yo creo, de otros cuartos".
Por las pláticas entre sus captores, "me di cuenta de que estábamos en Nuevo Laredo, Tamaulipas y yo trataba de explicarles que no era juez, pero ellos me pegaban, me decían que me iban a descuartizar y que las traiciones se pagan con la muerte, aunque yo no entendía nada de lo que decían.
EL SUPUESTO MOTIVO DEL 1ER SECUESTRO
El ex funcionario del TSJ entregó a http://www.periodicodepuebla.com.mx/ todo un legajo de documentos que corroboran su historia y también relató qué cree él que ocasionó el 1er secuestro del que fue víctima: "todo inició cuando el 18 de noviembre del 2010 un supuesto grupo del Cártel de Tepito asesinó a balazos al policía ministerial de Puebla José Alfonso Hernández Gutiérrez".
Este crimen fue abordado por el 4to Juez de lo Penal, Alberto Miranda Guerra y su entonces colaborador, Adrián Vázquez Ávila, quien continúa su narración: "todos los presuntos involucrados en el homicidio del policía José Alfonso Hernández dijeron en sus declaraciones que ellos estaban en el DF, en sus domicilios particulares, cuando personal de la PGJ allanó sus viviendas y los "levantó" para trasladarlos a Puebla.
"Todos, absolutamente todos los detenidos por la PGJ luego del homicidio del policía ministerial dijeron lo mismo: que habían sido sacados de sus casas en el DF de madrugada, con violencia y sin órdenes de captura. Además, la mayoría se declaró inocente y que ni siquiera había participado en la balacera que costó la vida al policía, aunque Oscar Daniel Mendoza, uno de los capturados, sí reconoció su responsabilidad y haber disparado".
LIBERACIÓN…SOLAMENTE DEL 1ER SECUESTRO
El 24 de noviembre del 2010 Vázquez Ávila obtuvo su libertad: "estaba desnudo, amarrado de pies y manos y con los ojos vendados en ese cuarto que olía a muerte, a descomposición, a desechos y a sangre, cuando me golpearon otra vez y alguien me dijo que ya era mi turno, que se iban a deshacer de mi".
"La misma persona le exigió a una de sus cómplices, una muchacha tráelo al otro cuarto, ella lo hizo y ahí estábamos solos ella y yo. Me desamarró mis extremidades, me quitó la venda de los ojos y me dijo vete rápido, corre y no mires para atrás, yo abrí la puerta, salí de la casa y comencé a caminar, a buscar ayuda, aunque no sabía dónde estaba ni para dónde iba".
El ex funcionario del TSJ llegó hasta una iglesia (la que no puede o no quiere identificar), donde el sacerdote encargado le cobijó y le facilitó atención médica y una cama para descansar pocas horas. Cuando Vázquez Ávila despertó, ya estaban esperando su declaración autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Procuraduría General de la República (PGR), aunque el clérigo afirmó que él no los había llamado.
Pocas horas después de su liberación por parte, supuestamente, del Cártel de Tepito, Vázquez Ávila fue trasladado en un avión de la PGR el mismo 24 de noviembre por la noche hasta Puebla…donde pronto comenzaría el 2do secuestro, del que todavía son víctimas él y su familia, pero esta es una historia que mañana le contaré.
Todos estos hechos fueron, oportunamente, denunciados por el afectado en la denuncia 345/2010, además de que interpuso una queja ante las comisiones Estatal y Nacional de Derechos Humanos (CEDH, CNDH) con el número de expediente 7767/2011-1
