DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
LA ¿1RA? FUGA DEL CHAPO, MITO Y REALIDAD
Uno de los congresistas republicanos más duros, enfocadas al área de la seguridad en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Michael McCaul, de Texas y ex jefe de Lucha contra el Terrorismo y Seguridad Nacional en la Oficina del Fiscal americano, todavía no se confirmaba plenamente la recaptura de Joaquín el "Chapo Guzmán" Loera, cuando ya estaba exigiendo públicamente su extradición a aquél país.
Esta evidente falta de tacto político-diplomático de Michael McCaul no solamente se explica por ser uno de los parlamentarios americanos de más línea dura, del Partido Republicano (el más xenofóbico) y texano, sino porque -la verdad – no puede descartarse que el "Chapo Guzmán" vuelva a hacer de las suyas, abra su multimillonaria cartera en dólares y nuevamente se "escape" del penal, aunque – a diferencia de enero del 2001- ahora sería del Altiplano.
La estupenda periodista Anabel Hernández, en su libro e investigación "Los señores del narco", aclara cómo fue que el 18 de enero del 2001 huyó del supuesto penal federal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, quien durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón se convertiría en el "capo de capos", de quien todo mundo hablaba y sabía de su existencia y actuación, pero al que Genaro García Luna, Alejandro Gertz Manero, Macedo de la Concha y demás altos funcionarios federales panistas NUNCA pudieron o quisieron atrapar.
EL MITO DE LA FUGA POR LA LAVANDERÍA
Anabel Hernández relata que el 20 de enero del 2001, a las 7 am, un comando de agentes especiales de la Policía Federal Preventiva penetró en Puente Grand, poco más de 6 horas después de que el director del penal, Leonardo Beltrán Santana, informara a la recién creada secretaría de Seguridad Pública que el "Chapo Guzmán" se les había pelado.
La realidad es que su fuga fue planeada con mucho tiempo de anticipación, porque sabía que sería trasladado de Puente Grande, Jalisco, a otro penal de máxima seguridad, el Altiplano, en el Estado de México, donde Guzmán Loera carecía de las influencia y control que sí poseía en Puente Grande, como lo demuestra el hecho de haber organizado sin problemas y hasta con los directivos de la cárcel una fiesta navideña a todo lujo el 24 de diciembre del 2000.
El mito difundido por Fox Quesada, Gertz Manero, Rafael Macedo de la Concha y demás funcionarios federales del 1er gobierno del "cambio" en México es que el "Chapo Guzmán" se escapó escondido en un carrito de lavandería, tapado con cobertores, cerca de las 8 de la noche.
Incluso, en septiembre del 2001, mientras se conocían las historias de corrupción y complicidad en Puente Grande, se confirmaba que el capo y sus cómplices eran los que mandaban ahí y comenzaba a derrumbarse el mito del "carrito de lavandería", uno de los incondicionales del Chapo, Francisco Javier Camberos, el "Chito", acompañado del abogado José Antonio Ortega, se presentó ante el juez 4to de distrito del reclusorio oriente, José María Machorro, para echarse toda la culpa de la fuga.
CORRUPCIÓN Y COMPLICIDAD PESTILENTES
Pero hay varios hechos que desmienten la historia del carro de lavandería, entre ellos el que en las salidas de esa cárcel de máxima seguridad haya sensores sofisticados de calor y movimiento, que detectan a un ser vivo del tamaño de un gato. Ello demuestra que, a menos que "El Chapulín Colorado" le hubiera dado al "Chapo" pastillas de chiquitolina el mito de la fuga peliculesca no tiene bases.
Además, la misma Anabel Hernández presentó copias de declaraciones formales de guardias y presos que aseguran haber visto a Guzmán Loera después de las 8 de la noche. Lo que se presume que sí ocurrió es que el Chapo esperó varias horas en un cubículo médico, resguardado por sus guaruras Valencia Fontes y Vázquez Méndez.
Cuando los guardias acudieron al dormitorio A para cumplir con la instrucción de reubicar al "Chapo" en otro penal y no lo encontraron, dieron la voz de alarma, Beltrán Santana se tardó varias horas en notificar a las autoridades federales de las secretarías de Seguridad Pública y de Gobernación.
Luego de que se dió el "pitazo" de su fuga, el "Chapo" aprovechó la confusión y anarquía generadas por la salida y entrada de agentes federales, estatales, militares y de los mismos guardias a Puente Grande, para disfrazarse de policía y salir de la cárcel caminando y por la puerta principal.
La 1ra vez, Guzmán Loera estuvo encarcelado solamente 7 años, luego de ser capturado en 1993 por un capitán del ejército de Guatemala, que lo subió en un camión de redillas y lo entregó en calidad de bulto a autoridades mexicanas de la PGR encabezadas por Jorge Carrillo Olea. En este contexto, es lógico el temor de los norteamericanos de que el "Chapo" se vuelva a fugar de cualquier cárcel mexicana, si los americanos no se apuran a extraditarlo.
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