DEBATE

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 Por Roberto Desachy Severino

rodese70@hotmail.com

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Morenovallismo y el 2013, herido

Luego de la sucesión presidencial y los reacomodos, el grupo político del gobernador Rafael Moreno Valle quedó herido para las elecciones locales del 2013, porque su relación con el PAN terminó más quebrada que antes, además de que el PRD parece haber roto con él, de que el PANAL no creció como se esperaba y, sobre todo, de que el PRI, al fin, tendrá un dirigente real a quien obedecer y seguir en la persona de Enrique Peña Nieto

Es un hecho que los peores escenarios que se podrían presentar al morenovallismo luego de la elección presidencial NO se dieron, porque ni Josefina Vázquez Mota ni Andrés Manuel López Obrador ganaron, lo que implica que no llegarán a Los Pinos ni la candidata del Yunque ni el mayor adversario de la mentora política del gobernador estatal; es decir Elba Esther Gordillo.

Además, Moreno Valle logró cumplir su compromiso con Felipe Calderón de hacer senador – al estilo de "haiga sido como haiga sido" a Javier Lozano Alarcón, que tendrá impunidad y fuero por 6 años. Incluso, algunos morenovallistas llegarán a la Cámara Baja, como Néstor Gordilllo, Blanca Jiménez, Rafael Micalco y Maritza Ortíz.    

Sin embargo y aunque nadie del morenovallismo y sus voceros lo quieran reconocer, este grupo quedó duramente herido luego de los comicios del 1ro de julio por varios motivos. El primero es que no tendrá  un senador realmente suyo, ya que Patricia Leal perdió y tuvo que regresarse a la Contraloría, aunque se sabe que, una vez que termine de ser defenestrado por el PAN, luego de acabado el sexenio de Felipe Calderón, Lozano Alarcón se alojará en el grupo de Moreno Valle.

SIN OPERADORES EFICIENTES

Además, varios operadores o  usufructuarios morenovallistas sufrieron severas derrotas y no llegarán a San Lázaro, empezando por Eukid Castañón, al que la baja votación del PAN en la 4ta circunscripción electoral del país, incluyendo Puebla,  le impidió alcanzar la curul. Antonio Vázquez, Inés Saturnino y Carlos Martínez Amador son otros allegados al gobernador que se quedaron varados.

Moreno Valle puede esperar que personajes como José Luis Márquez, Javier López Zavala, Enrique Doger y demás diputados federales electos del PRI le muestren la misma sumisión y entreguismo que le han tenido en lo que va de su gobierno, pero  lo cierto es que todos estos y, en general, el priísmo de Puebla no podrá ser tan abyecto con el morenovallismo, si Peña Nieto, Luis Videgaray,  Carlos Salinas, Manlio Fabio Beltrones y compañía no se los permiten.

Donde manda presidente no gobiernan los ejecutivos estatales y todos los senadores y diputados federales del PRI, ahora sí, ya tienen un jefe político: Enrique Peña Nieto o el que éste decida.  Por lo tanto, Márquez, Zavala, Doger y demás seguirán obedeciendo a Moreno Valle…cuando Enrique Peña se los permita o se los instruya.

Para convertir a Fernando Manzanilla, Tony Galli, Amy Camacho o a Jorge Aguilar Chedraui en el próximo edil de Puebla, al morenovallismo no le bastan las siglas del PANAL o de Compromiso por Puebla, porque necesita al PRI o al PAN, dado que él mismo ya fijó una gran distancia respecto al PRD y al amlismo.

PRI, CON PRECANDIDATOS PROPIOS; PAN, ENFRENTADO CON EL MORENOVALLISMO

Pero el PRI tiene sus propios precandidatos a la alcaldía de Puebla y no necesariamente  debe pactar con el morenovallismo para ganarla, debido a que Enrique Agüera, José Chedraui Budib, Enrique Doger, entre otros, tienen posibilidades de triunfar en la capital del estado con el apoyo del gobierno de Enrique Peña y de un priísmo reposicionado, sobre todo si el PAN y Moreno Valle siguen distanciados, confrontados, como hasta ahora.

El principal problema para que el morenovallismo llegue a la alcaldía se llama PAN, Eduardo Rivera, Yunque y demás. Juan Carlos Mondragón, Ana Teresa Aranda y Francisco Fraile, entre otros, son los más férreos detractores del gobernador y, ahora que éste apenas ganó 1 de 12 distritos electorales en el interior del estado, tienen todos los elementos para acusarlo de desleal o ineficaz.

Además, Eduardo Rivera puede decir  - con bases endebles, pero con uno que otro argumento – que su ayuntamiento triunfó en 3 de los 4 distritos electorales de la capital y estas cifras lo colocan muy por encima de Moreno Valle en cuanto a eficacia electoral. Por si fuera poco, algunos sectores mediáticos y políticos del PAN y del mismo morenovallismo se han acercado cada vez más al alcalde, cuando ven que el gobernador y su grupo se cierran.

Actualmente, el panismo nacional y estatal no tiene motivos para dar por sentado que cederle la candidatura a la alcaldía al morenovallismo les garantice el triunfo en la capital. Hasta es de esperarse que los grupos radicales del panismo-yunquismo prefieran que el siguiente edil de Puebla sea priísta antes que morenovallista.

Incluso, el hecho de que un sector cada vez más amplio de la prensa local haya festinado con inusual fervor que el PAN y el morenovallismo ganaron apenas 4 de 16 distritos electorales del estado, es una muestra muy clara de que el área de Comunicación Social del gobierno estatal mantiene relaciones distantes o francamente malas con una buena parte de los medios informativos.