DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
Elección en el PAN; recuento de los daños
Como lo señalé desde el domingo por la tarde en mi cuenta de twitter, el resultado de la elección interna del PAN en Puebla fue de un horroroso empate para Rafael Moreno Valle Rosas y Eduardo Rivera Pérez, ya que ambos cumplieron con sus cometidos: el primero se impuso en el estado al hacer ganar a Ernesto Cordero; mientras el segundo ganó la ciudad de Puebla para Josefina Vázquez Mota.
Y ninguno apabulló al otro en su zona de influencia: Rivera Pérez hizo triunfar a Vázquez Mota en la capital por alrededor de 700 sufragios de ventaja sobre Moreno Valle y Ernesto Cordero, a quienes dejó el segundo puesto; en tanto que el gobernador le sacó alrededor de 3 mil votos de ganancia al Yunque y a su candidata en todo el estado.
Si se toma en cuenta que Puebla es uno de los estados con más votantes y que históricamente la ciudad de Puebla es uno de los bastiones del Yunque a nivel nacional, se entiende que los mandatarios estatal y municipal se respetaron demasiado sus zonas de influencia y no quisieron (o pudieron) avasallarse el uno al otro.
La derrota de Ernesto Cordero y, sobre todo, el público menosprecio que Josefina Vázquez le demostró al gobernador Moreno Valle en una de sus primeras visitas, cuando la hoy candidata dijo a los medios que, para ella, el más importante de los liderazgos panistas en Puebla es el de Eduardo Rivera, harían proyectar que la administración estatal no respaldará al PAN en la elección, sobre todo por la abierta animadversión entre la referente política número uno del mandatario, Elba Esther Gordillo y la representante del blanquiazul.
Sin embargo, Javier Lozano Alarcón y Augusta Valentina Díaz de Rivera necesitan el respaldo del gobierno de Puebla para ganar las senadurías, sobre todo el ex titular de la STPS, a quien el propio Moreno Valle impulsó como candidato a la Cámara Alta. Por lo tanto, el Ejecutivo estatal todavía no puede deslindarse del todo de la elección de julio.
Y si a esta circunstancia se le suma que una de las candidatas del PRI al Senado, Blanca Alcalá Ruiz, arrastra el rechazo abierto del morenovallismo; entonces, se confirma que el gobernador no puede hacerse a un lado de los comicios federales, sino que deberá promover el voto diferenciado, sobre todo si el PAN le permite decidir algunas de las postulaciones a las diputaciones federales.
El Tigre se convirtió en gatito
Algo notorio de la elección interna del PAN a nivel nacional y estatal fue el desplome estrepitoso de Santiago Creel Miranda, que comenzó la disputa en el 1er lugar y al final de ella quedó en un lejanísimo último sitio. La animadversión que Felipe Calderón y su grupo sienten hacia Creel Miranda y, en especial, contra el jefe político de éste, Vicente Fox Quesada, ayudan a explicar este derrumbe.
No obstante, comenzar una elección interna en el 1er lugar de las preferencias y terminarlo en el tercero y muy alejado de los adversarios, constituye un severo fracaso que Creel Miranda y su gente no solamente pueden atribuírselo a Felipe Calderón, sino que deberían analizar por qué la militancia panista los desechó a él, a Vicente Fox y a Martha Sahagún y Manuel Espino.
En Puebla, la raquítica votación obtenida por Creel Miranda demuestra que Humberto Aguilar Coronado, una vez llamado "Tigre", hoy es un simple gatito casero, cuya influencia política en el estado y en la ciudad de Puebla es realmente pobre, como se ratificó este domingo. Ni él ni su supuesto grupo (Pedro Gutiérrez, Jaime Zurita, Carlos Ibañez) representaron apoyos reales para Santiago Creel Miranda.
Van varias ocasiones en que el hoy senador y ex subsecretario de Gobernación federal pierde elecciones, luego de que personajes priístas de bajo nivel, como José Angel Pacheco Ahuatzin y Salomón Jauli Dávila lo derrotaron. Incluso, un panista muy menor, como Eduardo Rivera, le ganó la candidatura a la alcaldía de Puebla.
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