DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
EPN, GOBIERNO DE Y PARA LAS ÉLITES
No comparto la opinión de centenas de miles (¿o millones? de mexicanos que piensa que Enrique Peña Nieto es un pen…y, al descalificarlo como persona de esa manera, como que se resignan a que el presidente y su camarilla sigan haciendo lo que quieren y llevando al país al despeñadero económico, social, político, etc.
Y no creo que EPN sea pen…o tonto, debido a que creo que en estos tiempos de competencia electoral, alternancia en el poder y de un leve esbozo democrático cualquiera que pretenda ser gobernador – y más presidente del país – debe tener, cuando menos, un mínimo de inteligencia, astucia, oportunismo y sensibilidad.
Desde luego que el titular del Ejecutivo federal ha dado muestras claras de que no es una persona culta, preparada, inteligente y, mucho menos, con dotes de estadista. Al contrario, ha paseado por todo el país su frivolidad e ignorancia con singular alegría, aunque pienso que muchos de sus "errores" son intencionales, para que la mayoría de los mexicanos lo descalifiquen a nivel personal y no vean que su gestión aumentó impuestos, pretende centralizar elecciones, quitó prestaciones laborales a millones y, lo peor, está a punto de privatizar Pemex con el apoyo del PAN.
DE EVALUACIONES A EVALUACIONES
El pasado fin de semana el diario Reforma publicó una encuesta que le da a Peña Nieto una aprobación ciudadana del 44% y, perdón, pero tampoco la creo, ya que me cuesta trabajo pensar que todavía haya 4 de cada 10 mexicanos que avalen a un presidente que liberó a la secuestradora Florence Cassez, a los narcogenerales del PRI, a Caro Quintero y le devolvió toda su fortuna – y hasta con intereses a – Raúl Salinas de Gortari.
Tampoco puedo creer que 4.4 de cada 10 mexicanos sea tan estúpido, como para avalar a un gobierno federal que aumenta los impuestos, conculca prestaciones laborales a los trabajadores en general y a los maestros en particular y, sobre todo, deja que se le desplome el PIB de la economía nacional, sin mencionar que en la actual administración se ha multiplicado la violencia y las ejecuciones, en comparación el 1er año de Felipe Calderón.
Sin embargo, he de reconocer que, además de los priístas y de gobernadores "opositores" al PRI que quieren quedar bien con su jefe político, debe haber algunos millones de mexicanos y, sobre todo, mexicanas que respaldan a Peña Nieto, ya que todavía existen personas que confían en Televisa y les regalan parte de su dinero en los teletones; por lo tanto, la manipulación informativa y televisiva sigue siendo efectiva.
Pero en caso de que sea cierto que más del 60 por ciento de los mexicanos reprueba (reprobamos) a Peña Nieto, es claro que esta cifra no tiene la menor importancia para el presidente, debido a que dedicó su 1er año de gestión a agradar a las élites y mandó al diablo las necesidades del país, como lo demuestran sus reformas laboral (aunque la haya aprobado su compadre Felipe Calderón, que en las botellas parece haber dejado su memoria), educativa, hacendaria y energética.
PEÑA NIETO Y SU CAMARILLA, MÁS QUE SATISFECHOS DE SU 1ER AÑO
Aunque esté reprobado por la gran mayoría de los ciudadanos, el presidente y su grupo pueden sentirse satisfechos de su 1er año de gestión, porque lograron la aprobación de casi todas sus propuestas (educativa, hacendaria, laboral) gracias a la complicidad abierta y alternada de Jesús Zambrano y Gustavo Madero, dirigentes nacionales del PRD y del PAN, que sirvieron de legitimadores del proyecto peñista.
Además, el presidente debe estar contento de que, muy pronto, logrará la privatización mal encubierta de Pemex, que el PAN avalará por su ideología proempresarial y conservadora y a cambio de una reforma laboral, que le dará a Peña Nieto el control de todos los comicios estatales a través del Instituto Nacional Electoral (INE).
Por si fuera poco, le devolvió a Raúl Salinas de Gortari – el hermano de Carlos, su sensei y gurú – toda su fortuna, liberó a los narcogenerales del PRI, a la secuestradora de Florence Cassez, de la banda de El Zodíaco, a un personaje histórico de la narcocracia mexicana priísta, como Rafael Caro Quintero y hasta se dio el lujo de quedar bien con la izquierda intelectualoida al sacar de la cárcel al profesor Alberto Patishán, quien salió de prisión después de las prioridades presidenciales.
Tampoco puede omitirse que Peña Nieto y su secretario de Hacienda, el cada vez más devaluado como político y funcionario Luis Videgaray Caso, le regalaron a Emilio Azcárraga más de 3 mil millones de pesos y hasta revivió a priístas muy desprestigiados y apestados, como el "góber precioso" Mario Marín Torres, al que César Camacho Quirós -ya sabemos por órdenes de quién- habría nombrado como delegado del PRI en Quintana Roo.
VIOLENCIA Y DEBACLE ECONÓMICA, SIN IMPORTANCIA PARA PEÑA NIETO
Más motivos tienen Peña Nieto y su camarilla para festejar este 1er año de "logros", si no les importa que en su gestión se hayan registrado 17 mil 068 asesinatos dolosos, según el destacadísimo semanario Zeta. Esta cifra de ejecuciones es verdaderamente aplastante, si se toma en cuenta que en el 2007, en el inicio del sexenio de Felipe Calderón, "solo" hubo 2826 muertes relacionadas con la "lucha contra el narco" o por la creciente inseguridad.
Seguro que el presidente tampoco ve problema alguno en que durante su 1er año de gestión el PIB nacional "crecerá" un mísero 1.28 por ciento, según la agencia Reuters, a pesar de que el defenestrado Felipe Calderón "logró" en el 2007 – el inicio de su administración- un crecimiento del 3.4 % en la economía nacional.
Decía Pitágoras que los números no mienten y queda claro que la evaluación de la ciudadanía en general a Peña Nieto y Cía solamente puede ser negativa, ya que se trata de un gobierno federal que ha promovido la impunidad, multiplicado la violencia con las ejecuciones y que ha causado (¿o permitido?) el derrumbe de la economía.
Sin embargo, el presidente logró quedar bien con las élites del país e internacionales al concretar sus reformas laboral, educativa, hacendaria y, pronto, muy pronto, les dará al FMI, a Barack Obama y al Banco Mundial la "cereza del pastel"; es decir la semi privatización de Pemex revestida de una supuesta "reforma energética", que no es más la cesión al capital e intereses extranjeros de la riqueza energética del país.
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