DEBATE

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Por Roberto Desachy Severino

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TRES NOTARIOS EN LA HOGUERA

 

El escándalo por la corrupción en el Registro Público de la Propiedad (RPP) de Puebla alcanzará, muy pronto, a cuando menos tres personajes que, hasta antes de este sexenio, la clase política y la opinión pública consideraba intocables: notarios plenamente identificados con el priato, que en las próximas semanas pueden ser acusados de estar coludidos con los ex funcionarios del RPP denunciados por múltiples anomalías.

Los notarios en la hoguera son Ricardo Camarillo Santamaría (número 33, Puebla capital), Fabián Gerardo Lara Said (#19, Puebla) y Geudiel Nicasio Jiménez Covarrubias (4, Huejotzingo), a quienes la Contraloría estatal, encabezada por su titular, Eukid Castañón Herrera, les tendría un expediente abierto por presuntas anomalías relacionadas con el registro.

Incluso, cuentan en el Centro Integral de Servicios (CIS) de la zona de Angelópolis, se han recibido llamadas telefónicas desesperadas de políticos del PRI estatal, incluido el ex edil de Puebla y diputado federal en funciones, Enrique Doger Guerrero, quien, sin éxito alguno, ha intentado interceder a favor de Gerardo Lara Said, ya que ambos tienen un fuerte vínculo personal y de negocios desde hace tiempo.

Los detalles de las supuestas irregularidades de estos personajes amagan con ser espeluznantes y en la Contraloría morenovallista hay la total intención llegar al fondo del asunto. 

PROGRAMA ESPECIAL DE VIGILANCIA EN HOSPITALES

Uno de los programas de la Contraloría que más ha llamado la atención, incluso al interior de la dependencia, es el de la vigilancia en los hospitales y clínicas, ya que se les hacen visitas periódicas con personal vestido de civil, que se identifica como paciente y pide atención. Cuando no se les da el trato adecuado, se le sigue el proceso administrativo-legal a los trabajadores flojos y a directivos omisos de los sanatorios.

No lo diga usted, pero, al parecer, el mismo contralor Eukid Castañón ha supervisado personalmente varios hospitales, incluido el General de Cholula, el nuevo, ya que el gobernador Moreno Valle giró la instrucción directa de que los centros de salud deben cumplir con sus funciones a cabalidad.

Las mafias en el transporte público e, incluso, en las corporaciones policíacas también han sentido el yugo de la Contraloría, porque son permanentes los operativos antidoping y de desempeño que esta instancia les realiza y, quienes no los pasan, ahora sí reciben los apercibimientos y sanciones de ley.