DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
PEÑA NIETO Y SU HOY INÚTIL CONAGO
Entre marzo y abril del 2013, después de que varios funcionarios de la delegación federal de la Sedesol en Veracruz fueron atrapados infraganti lucrando electoralmente con los programas sociales y el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, abandonara la mesa del Pacto por México y dejara a Enrique Peña Nieto con sus "reformas estructurales" a medio camino, todo apuntaba a que el Ejecutivo federal seguiría los caminos de sus antecesores Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, que apenas lograron microreformitas.
El 20 de agosto de ese año, cuando asumió la presidencia de la Conferencia nacional de Gobernadores (Conago), Rafael Moreno Valle dejó en claro que su gestión sería a favor del gobierno federal, para concretar las reformas estructurales de Peña Nieto. Incluso, pidió a las dirigencias nacionales del PAN y PRD regresar a la mesa del Pacto por México.
Durante sus 6 meses al frente de la Conago, Moreno Valle se convirtió en un permanente impulsor de las reformas estructurales peñistas y tejió una relación política e institucional de respaldo mutuo e institucionalidad con la Presidencia de la República, que mostró un férreo apoyo al Estado de Puebla y logró sus leyes hacendaria, energética y política.
Además, el gobernador de Puebla le dio a la Conago un verdadero peso político, mediático y social nacionales que la conferencia no había tenido, desde que el ex jefe del gobierno del DF, Marcelo Ebrard, la encabezara.
PEÑA NIETO, EL QUE MÁS EXTRAÑA A MORENO VALLE EN LA CONAGO
A finales de febrero de este año, cuando Moreno Valle le dejó al gobernador priísta de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre, la presidencia de la Conago, el presidente ni siquiera dio las gracias a ese organismo o al gobernador poblano por haberle apoyado en la difícil coyuntura de las reformas estructurales.
¿Para qué agradecer a Moreno Valle o a la Conago?, pensaron Moreno Peña y sus sesudos asesores, si el poblano ya no sería presidente de la conferencia, que ya es encabezada por uno de sus empleados, el priísta Carlos Lozano, porque en la praxis política del PRI los Ejecutivos estatales del tricolor son súbditos presidenciales.
Además, si ya había logrado sus "reformas", para qué necesitaba a los mandatarios estatales, pensó el presidente y reforzó su descortesía política. Esta misma soberbia federal lo llevó a ordenar a la PGR de Miguel Murillo Karam destapar el escándalo Oceanografía, para lesionar al PAN, a los ex presidentes Fox y Calderón y a los gobiernos blanquiazules.
Lo que Peña Nieto, Murillo Karam, Osorio Chong, Luis Videgaray, César Camacho, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa y demás "genios" que le acompañan NO PENSARON, es que maltratar a Gustavo Madero y al PAN obligaría al blanquiazul a replantear su relación con la Presidencia de la República y el PRI y, de inicio, dejar sin aprobar las leyes secundarias de la "reforma energética".
¿Y dónde están Carlos Lozano de la Torre y la Conago mientras Peña Nieto enfrenta un escenario difícil por la no aprobación de sus leyes secundarias en materia energética?...callados, desaparecidos, en el limbo, puesto que de poco sirve al Presidente que los gobernadores, diputados y senadores priístas y del PVEM, sus empleados, se pronuncien a favor de aprobarle sus propuesta, si el PAN y el PRD – ahora sí – se asumen como oposición real del gobierno federal.
Seguro que Peña Nieto extraña - y mucho - el respaldo institucional y político que le dio Moreno Valle desde la titularidad de la Conago, ya que el presidente y sus iniciativas son dos de los principales damnificados de que dicha conferencia esté hoy permanentemente callada, sin activismo mediático o social.
LOS COSTOS DE LA SOBERBIA PRESIDENCIAL
Hoy, Gustavo Madero (PAN), Jesús Zambrano (PRD) ya saben que respaldar las propuestas de Peña Nieto les genera un grave desprestigio social, mediático, político y al interior de sus partidos y, por si fuera poco, esta actitud de colaboración con el Ejecutivo federal NI SIQUIERA les sirve, para impedir golpes no provocados y mucho menos esperados de parte de la Presidencia de la República.
Con el caso Oceanografía, Peña Nieto golpeó de manera eficiente al PAN y a sus ex presidentes y gobiernos estatales; sí, pero también dinamitó la relación política con sus ex aliados que le aprobaron las "reformas estructurales". Hoy, el Ejecutivo federal tiene pocos argumentos y nula credibilidad, para instar a Gustavo Madero o a Jesús Zambrano a aprobarle sus leyes secundarias en materia energética.
Y, sin esta legislación, la más importante "reforma" obtenida por el Presidente de la República queda mocha, incompleta, sin operar. Las vociferaciones de Manlio Fabio, Emilio Gamboa, César Cámacho, Osorio Chong y demás para que panistas y perredistas les aprueben su legislación secundaria relacionada con Pemex no son más que llamados a misa…y hoy la oposición no tiene muchas ganas (NI MOTIVOS) de rendirle pleitesía al "San Enrique" priísta.
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