From: rodese70@hotmail.com
To: rodese70@hotmail.com
Subject: DEBATE
Date: Wed, 28 Sep 2011 16:37:57 -0500
DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
El aborto y los retrógrados ministrados de la SCJN
Era de esperarse que la misma Suprema Corte de (IN) Justicia de la Nación que dejó sin castigo los ataques que el ex gobernador Mario Marín Torres y su grupo profirieron a la periodista Lydia Cacho, fallara a favor de que las mujeres de Baja California sean perseguidas y encarceladas por abortar, ya que los ministrados que la conforman tradicionalmente se comportan más como empleados de Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala (ambos promotores de castigar a las féminas que se practiquen un legrado) que como garantes del Estado de Derecho o de la libertad de las mexicanas para decidir sobre sus propios cuerpos.
Pero perseguir y encarcelar a las niñas, adolescentes o mujeres que - por razones económicas, sociales, familiares o por haber sido víctimas de violación o estupro- deciden hacerse un legrado no soluciona este problema de fondo: cada año, miles de legrados se practican de manera clandestina y muchas mexicanas mueren o sufren lesiones serias por la clandestinidad e insalubridad con que se les lleva a cabo.
En México las féminas no son dueñas de sus propios cuerpos, porque cuando se embarazan el conservadurismo de Calderón Hinojosa, los ministrados de la SCJN y los sectores dominantes del PRIAN las consideran, si acaso, bodegas de bebés. Y este es un grave problema de salud pública, ya que la Red Democracia y Sexualidad (Demysex) calcula que en México (AF medios, 3 de septiembre del 2011) se practica un millón de abortos al año, la gran mayoría en condiciones peligrosas de insalubridad y clandestinidad impuestos por la persecución legaloide sobre las mujeres y médicos que los realizan.
Según estadísticas del Consejo Nacional de Población (Conapo), los abortos inducidos son la tercera causa de mortalidad materna en México. Al respecto el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) señala que la práctica del aborto clandestino en el país, además de generar problemas de alta mortandad en las mujeres, deja millonarias ganancias, ya que en nuestra nación ocurren aproximadamente 4'200,000 embarazos por año, de los que sólo llega a término de la gestación el 60%; los demás embarazos terminan por abortos espontáneos o abortos inducidos.
De acuerdo a cifras del Senado de la República y las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud (OMS, OPS, etc), "casi cinco mujeres mexicanas al día, 1,400 por año, mueren por complicaciones del embarazo, parto o puerperio. 70% de esas muertes ocurre en 10 estados del centro y sureste del país, entidades con la más alta marginación, donde la población femenina en edad reproductiva tiene tres veces más riesgo de morir que las que habitan en zonas de baja marginación. Se calcula que un promedio de once mujeres muere diariamente en algunas zonas de Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Michoacán y Veracruz".
LAS QUE NO SE MUEREN, AL BOTE
A raíz de que en Puebla el PRIAN – de la mano de Eduardo Rivera Pérez, José Othón Bailleres, Pablo Fernández del Campo, Leonor Popócatl y demás ex diputados retrógrados- aprobó la persecución legal contra las féminas que abortan, varias poblanas están en la cárcel. En noviembre del 2010 (agencia informativa Notiese), la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos Puebla (DDeser) realizó una manifestación frente a la PGJ, para pedir la liberación de las 30 féminas encarceladas desde marzo del 2009 por practicarse un legrado.
Y este problema de salud pública se agrava en Puebla, debido a que se encuentra entre los 6 estados del país con más cantidad de muertes maternas por legrados mal practicados, según la Secretaría de Salud federal (portal E Consulta, nota del 11 de octubre del 2010), ya que "entre 2002 y 2008 la entidad reportó 32 fallecimientos por aborto de acuerdo con las estadísticas de la secretaria de salud, lo que coloca a la entidad en el sexto lugar a nivel nacional
"Puebla es uno de los seis estados que concentran más del 50 por ciento de las 617 muertes maternas que se dieron en el país a causa del aborto en el periodo de 2002 a 2008. La entidad reportó 32 fallecimientos por aborto de acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Salud federal, cifra sólo superada por los estados de México (93), Veracruz (47), Chiapas (55), Distrito Federal (60) y Guerrero (36).
Y aunque los grupos conservadores (PAN, Provida, jerarquía católica) tratan de minimizar este problema, con el argumento de que las mujeres detenidas o muertas por aborto no son tantas como las que señalan las ONGS defensoras de los derechos sexuales de las féminas o las estadísticas oficiales nacionales e internacionales, lo cierto es que la persecución legaloide contra quienes se someten a un legrado no inhibe esta práctica y tampoco soluciona el problema de fondo: la falta de responsabilidad, educación, salud y de cultura sexual en millones de mexicanos de ambos sexos.