DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
Benedicto XVI y la manipulación electoral de la fe
Norberto Rivera, Eugenio Lira y demás jerarquía católica nacional y poblana descartan una y otra vez que la llegada de Benedicto XVI, mejor conocido como Joseph Ratzinger, a México tenga fines electorales, a pesar de que en poco más de 3 meses se definirá la contienda presidencial y de que el partido más vinculado con la iglesia que preside Ratzinger, el PAN, se encuentra en su peor crisis de credibilidad, imagen y desprestigio en los 12 años que lleva gobernando al país. Nadie en su sano juicio esperaba que la Conferencia del Episcopado Mexicano o del panismo reconociera que la visita de Ratzinger tiene la intención de levantar la imagen política y la credibilidad de la sociedad en el presidente.
A lo largo de la historia, la iglesia católica prácticamente nunca se ha cansado de intervenir en la lucha por el poder en todo el mundo y México no es la excepción. La guerra de Reforma que debió encabezar Benito Juárez para limitar el poder que la jerarquía del credo romano tenía en ese tiempo y la rebelión cristera deberían ser suficientes pruebas de que el grupo que encabeza Joseph Ratzinger siempre ha intentado (y muchas veces conseguido) manejar a los gobiernos mexicanos.
Fue un presidente de la República emanado del PRI, Carlos Salinas de Gortari, quien con el respaldo del PAN reformó la Constitución mexicana, para que las iglesias, en especial la católica, recuperaran una buena parte de los derechos que les quitó Benito Juárez, como el de acumular propiedades. Hoy, Salinas de Gortari está muy cerca del candidato presidencial de su partido, Enrique Peña Nieto.
Pero el partido que, históricamente, siempre ha enarbolado las tesis confesionales de la iglesia católica es el PAN, que es el mismo que quiere mandar a la cárcel a las mujeres que abortan, es el que se opone al uso del condón y de la minifalda, que va en contra de los matrimonios entre homosexuales y de la adopción legal del mismo sector y, además, es el que acusó a Salinas de Gortari de robarle su programa de gobierno, que incluía él devolverle derechos a las cúpulas religiosas.
CLARA INTENCIONALIDAD ELECTORAL DE BENEDICTO XVI
Hoy, el partido más cercano a la jerarquía católica - por compartir las mismas prácticas y tesis confesionales y retrógradas, no por llevar a cabo un verdadero humanismo político- el PAN, está cerca de perder el poder presidencial, luego de detentarlo durante apenas 12 años y el grupo que encabeza Joseph Ratzinger está preocupado por sus aliados panistas.
Por ello, su visita a México tiene una clara intencionalidad electoral, quiere levantar la imagen social de un gobierno federal que tiene al país sumido en el desempleo, la pobreza y la muerte. Más de 50 mil fallecidos por la fallida guerra de Felipe Calderón Hinojosa contra la delincuencia organizada y el hecho de que cuando finalice el sexenio habrá 60 millones de mexicanos pobres apenas fueron motivos, para que Joseph Ratzinger trate de lavarle, cuando menos un poco, la cara a sus aliados.
Y, de manera indirecta, el mismo Benedicto XVI lo reconoce así al aceptar que vino a rezar por las víctimas de la violencia y a dar consuelo a un país que se desangra todos los días. Así, Calderón Hinojosa y la clase política que encabeza y que conforman Josefina Vázquez Mota, Gustavo Madero, Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes Rangel y Pedro Joaquín Coldwell, entre muchos otros, han sido incapaces de conducir al país por la vía de la seguridad, la paz y el desarrollo económico y social, pero sí convencieron a Joseph Ratzinger de venir a "consolarnos".
CLASE POLÍTICA FRACASADA
La misma clase política que tiene al país sumido en la muerte y la miseria tiene que recurrir a la manipulación de la fe religiosa, para tratar de lavarse un poco la cara. Acompañado de su gabinete, Calderón Hinojosa le dice a Benedicto XVI que hizo bien en venir, porque el pueblo mexicano sufre mucho, pero no le aclara que este sufrimiento se debe a su incompetencia económica, su fraude electoral y a la falta de sensibilidad social de quien prometió ser presidente del empleo y lo fue de la muerte, la pobreza y como títere de los poderes fácticos.
No solamente el gobierno federal trata de expiar culpas. Puebla se quedó un fin de semana sin gobierno, porque Rafael Moreno Valle se fue desde el viernes a la fiesta Papal y su segundo de a bordo, Fernando Manzanilla Prieto, anduvo por Nueva York desde esos mismos días y, por lo tanto, el "changarrito" donde vivimos millones de poblanos se quedó sin autoridades. Fue más importante para ellas acudir a la visita Papal o firmar un convenio que a ver si sirve en Nueva York que quedarse a atender las necesidades de la entidad y sus habitantes.
Y uno de sus colaboradores, el titular de Desarrollo Económico, Pablo Rodríguez Regordosa, cuya incompetencia generó que 440 empleados de Johnson Controls se quedaran sin trabajo la semana pasada por el cierre de la empresa, sin que este funcionario diera la cara, les pidiera una disculpa o explicación, se dio todo el tiempo del mundo para comentar en twitter la visita de Joseph Ratzinger.
A lo mejor Rodríguez Regordosa espera que los 440 nuevos desempleados de Johnson Controls puedan alimentar a sus familias con fe, indulgencias o rezos, porque su actuación como titular de Desarrollo Económico no impidió el cierre de la empresa y tampoco les ha permitido encontrar un nuevo trabajo pronto.
Pero no solamente los candidatos presidenciales del PRI y el PAN se pasearon con Benedicto XVI, para tratar de obtener el voto católico en las siguientes elecciones, ya que el representante de la sedicente izquierda, Andrés Manuel López Obrador, sintió temor de ser tomado como "comunista o rojillo" si no iba con Joseph Ratzinger y decidió hacer a un lado el Estado Laico y ser una "estrella más del canal de las estrellas" durante la visita papal. La ambición los iguala a todos.
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