DEBATE

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Por Roberto Desachy Severino

rodese70@hotmail.com

http://robertodesachydebate.blogspot.com/

El neoparedismo en el Charlie Hall

La grabación que presentó el dirigente interino del PRI, Fernando Morales Martínez, en la que el presidente municipal  Eduardo Rivera Pérez y el representante del PAN en la entidad, Juan Carlos Mondragón Quintana, ponen a disposición de los candidatos panistas a diputados federales estructuras paralelas formadas por el ayuntamiento y el partido, para apoyar a los contendientes del blanquiazul en esta elección dejó en claro varias conclusiones.  

La primera es que después de varios meses en su cargo, al fin Fernando Morales Martínez se asume como dirigente interino del PRI en la entidad y simula apoyar en algo la campaña priísta al evidenciar el uso electoral que Eduardo Rivera Pérez pretende dar al ayuntamiento creando enlaces y estructuras alternas entre el gobierno de la ciudad y su partido.

Morales Martínez cumple su objetivo, pero solamente a medias, porque la grabación que presentó está editada y en ella es evidente que solamente son exhibidos miembros del Yunque y del ayuntamiento de Puebla, no del gobernador Rafael Moreno Valle. Por ende, esta acción del representante de los priistas de Puebla ratifica su servilismo hacia el mandatario estatal e, incluso, deja entrever qué grupo político podría estar atrás de la filtración.  

Eduardo Rivera, emulo de Luis Paredes Moctezuma

Pero aunque Fernando Morales no haya conseguido ganar una verdadera legitimidad entre los priístas presentando la grabación a la prensa, nadie puede negar que Eduardo Rivera, Juan Carlos Mondragón y demás custodios del Yunque o, como los llamó Josefina Vázquez Mota, "los héroes de Puebla", resultaron exhibidos por hacer lo que durante décadas el PAN criticó del PRI: utilizar las atribuciones, recursos y estructuras de los gobiernos con fines claramente electoreros.

Cada día que pasa Eduardo Rivera se parece más a su tocayo, Luis Eduardo del Corazón de Jesús Paredes Moctezuma, no solamente porque el "loquito Paredes" también fue descubierto cuando exponía ante miembros de su partido su "filosofía política", sino debido a que el actual presidente municipal le ha copiado otros vicios: privatizar el alumbrado con Citelum (misma empresa que manejó ese negocio en tiempos paredistas), elevar los salarios de la alta burocracia y permitir que se construyan estacionamientos subterráneos en el zócalo de la ciudad.  

Todavía recuerdo cuando Paredes Moctezuma fue exhibido por la prensa local un día que daba una "conferencia" a panistas de otros estados, a quienes – supuestamente – pretendía enseñar a ir al baño y a gobernar. Hoy le pasó lo mismo a Eduardo Rivera, descubierto al poner a disposición de los candidatos del PAN una estructura paralela creada específicamente en el ayuntamiento para apoyarlos

Y desde luego que Rivera Pérez tiene el derecho de asumir a Paredes Moctezuma como su "sensei", el problema es que cuando el hoy edil era dirigente estatal del PAN (2005) quiso expulsar del partido al entonces alcalde, al acusarlo de violentar los estatutos del partido en su manera de gobernar.

ELEMENTOS

·         Si usted se pregunta por qué el candidato del PAN a senador y ex secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS) resulta tan histriónico en sus apariciones públicas, con gusto le daré la respuesta; lo aprendió mediante cursos especiales que le pagó el erario público y que tomó cuando cobraba como miembro del gabinete de Felipe Calderón Hinojosa.

·         En pocas palabras, los ciudadanos le dimos los fondos para que el vocero del CEN panista "aprendiera" a actuar como aspirante a la Cámara Alta.

·         Así es: entre agosto y diciembre del 2010 la STPS pagó más de 16 mil 500 pesos a la instructora de teatro Santa Cecilia Ramírez Cota por  servicios prestados en dicha dependencia, de acuerdo al contrato número CAD-DAA-RF-015-2010.

·         Por cierto, Lozano Alarcón también usó el dinero de todos los mexicanos, para pagarse cursos de ortografía, artes marciales y danza folklórica en lo que constituye una verdadera dilapidación de los fondos públicos. Pero estas sangrías al erario federal son historias que le contaré en breve.