Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
http://www.periodicodepuebla.com.mx/
"¡Ni modo compadre, perdimos!"
Fue en la década de los 50s cuando el entonces presidente de la República, el veracruzano Adolfo Ruiz Cortínez, recibió en Los Pinos a uno de sus muchos compadres, quien le pidió el respaldo presidencial para ser candidato del PRI a diputado federal o a alcalde, porque hay versiones históricas y periodísticas en ambos sentidos e, incluso, algunas señalan que lo que se le solicitaba al entonces titular del Ejecutivo federal era la postulación, pero para uno de sus ahijados.
Sabio, ecuánime, hombre de poder, don Adolfo le contestó a su compadre que con todo gusto lo respaldaría en sus aspiraciones de ser presidente de uno de los hermosos pueblos de Veracruz y le dijo que le diera con fe a la campaña. Al final de cuentas, dentro del viejo PRI, los gobernadores eran los que ponían a los alcaldes, así como la Presidencia de la República designaba a los gobernadores y los ediles eran elegidos, eso sí, por el pueblo.
Ruiz Cortinez no movió un dedo por ayudar al compadre que le pidió designarlo candidato en Veracruz y, por lo mismo, su amigo regresó a Los Pinos, para informarle (y al mismo tiempo reclamarle) que la misión había fallado, pero don Adolfo no lo dejó ni hablar, sino que le dio el cálido abrazo presidencial y con afecto le dijo "ni modo compadre, perdimos!".
Sin duda que Ruiz Cortinez habrá encontrado más de una forma de compensar a su amigo y, con creces, por no haberlo hecho diputado federal o presidente municipal, pero ésa ya es otra historia y el relato que acabo de narrar se vuelve actual ante la pregunta de quién le dirá "perdimos compadre": Enrique Peña Nieto a José Chedraui o viceversa.
COMPADRAZGO CONTRA POSIBILIDADES REALES DE GANAR
Desde octubre del año pasado, José Chedraui hizo correr la versión de que sería candidato del PRI a la alcaldía gracias a su amistad con Enrique Peña Nieto´. Incluso, lleva varios meses tratando de elevar su posicionamiento ante la ciudadanía con espectaculares, programas de radio, redes sociales…pero fracasó y hoy las encuestas lo ubican muy por debajo de Enrique Agüera, Enrique Doger y Tony Gali Fayad, los precandidatos más fuertes del PRI y PAN, respectivamente.
Curioso: mientras Tony Gali emprendió en noviembre una campaña de posicionamiento que, según estudios demoscópicos, sí le dio resultado, mientras que Pepe Chedraui no logró ser identificado por un considerable porcentaje de los electores, a pesar de llevar más tiempo promoviéndose.
Hoy Pepe Chedraui basa sus aspiraciones a la candidatura del PRI a la alcaldía en su amistad con el político más importante del país en este momento, el presidente Peña Nieto, porque de manera permanente el mismo precandidato se encarga de decirles a los reporteros que se mantiene en contacto permanente con el Ejecutivo federal. Su problema es que las encuestas lo ubican muy por debajo de los otros aspirantes priístas: Enrique Agüera Ibáñez y Enrique Doger.
Además, Puebla estado y ciudad son gobernadas por el PAN y hace varias décadas que, para ganar la capital, el tricolor y el blanquiazul – en especial el primero – se ven obligados a postular a sus contendientes mejor posicionados en las encuestas. El PRI ha perdido el municipio ya en dos ocasiones por nominar malos aspirantes productos de imposiciones de gobernantes.
"RENTABILIDAD ELECTORAL" COMO ELEMENTO PARA JUSTIFICAR IMPOSICIONES
En el 2001,usando el mismo argumento que utilizó la secretaria general del PRI nacional Ivonne Ortega la semana pasada acerca de que el partido postularía como candidato a la alcaldía no al precandidato mejor ubicado en las encuestas, sino al de "mayor rentabilidad electoral", explicó el entonces dirigente del partido en la entidad, Víctor Manuel Giorgana Jiménez que encabezar los estudios demoscópicos no garantizaba nada.
Giorgana Jiménez fue el instrumento para que el entonces gobernador Melquiades Morales Flores impusiera como candidato en la capital a su ex secretario de Gobernación, Carlos Alberto Julián y Nácer, a pesar de que en ese entonces quien encabezaba las encuestas era el marinista Mario Montero Serrano, amigo del entonces edil Mario Marín Torres antes de que éste descendiera a "góber precioso". Pero gobernador mata alcalde y Melquiades Morales mandó a perder a Julián y Nácer frente al panista Luis Paredes Moctezuma.
9 años después, otro ex gobernador priísta, Mario Marín Torres, impuso a su amigo Mario Montero como contendiente a la alcaldía, a pesar de que el entonces dirigente priísta, Alejandro Armenta Mier, quería que esa posición fuera para alguien externo al marinismo: Luis Alberto Arriaga o Enrique Doger Guerrero.
Pero el PRI es de quien lo mantiene: Marín Torres impuso a su amigo Mario Montero como aspirante en la capital…para que él junto con Javier López Zavala y todo el marinismo fuera arrasado en las urnas por una ciudadanía harta de la corrupción, imposiciones y del autoritarismo del entonces mandatario estatal.
Así que hoy se presenta una disyuntiva interesante: ¿Peña Nieto consolará con un "ni modo compadre, perdimos" a Pepe Chedraui si, como el verdadero líder y definidor en el PRI postula a su precandidato mejor ubicado en las encuestas y compensará a su amigo con un diputación en el Congreso local…o un día después de los comicios Pepe Chedraui irá a Los Pinos con el presidente y le dirá "ni modo compadre, perdimos" luego de haber sido arrasado en las urnas?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario