DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
De presidentes municipales, informes y cosas peores
No hay presidente municipal de Puebla que no quiera ser gobernador. Veamos: los priístas Marco Antonio Rojas Flores, Guillermo Pacheco Pulido, Rafael Cañedo Benítez (qepd) y Enrique Doger Guerrero tuvieron esa aspiración y todos fallaron, a pesar de que, en su momento, tuvieron los reflectores políticos, mediáticos y los recursos para pelear por Casa Puebla.
El caso de la senadora Blanca Alcalá Ruiz es especial, debido a que hoy –desde el Palacio de Cobián-tiene más posibilidades de ser la candidata del PRI al gobierno que las que llevaba cuando despachaba en el ayuntamiento y Mario Marín, el "góber precioso", se dedicó a atacarla a través, entre otros, de uno de sus mástiles, el ex charro sindical Israel Pacheco Velázquez.
Y de los partidos contrarios al PRI, tampoco ha habido algún alcalde de Puebla que llegue a la gubernatura, aunque todos aspiraron a ella.: A Gabriel Hinojosa Rivero y a Luis Paredes Moctezuma el mismo PAN, el Yunque, les impidió contender por el gobierno, a pesar de que eran, en su momento, las cartas más fuertes para competirle al PRI por Casa Puebla.
EDUARDO RIVERA, UN ACTO FALLIDO
¿Y qué decir de Eduardo Rivera Pérez, el 1er y, hasta ahora, único presidente municipal yunquista que ha tenido la capital y que él mismo se dedicó a dilapidar cualquier aspiración real por la gubernatura?, porque Lalito Rivera usó los recursos de la ciudad para duplicarse el sueldo, darle chamba a sus inútiles amigos yunquitos (Manuel Janeiro, Iñigo Ocejo, Miguel Dessavre, etc) viajar por el mundo a costa del erario y dedicarse a confrontar al gobernador Rafael Moreno Valle.
Hoy, Lalito Rivera no es más que un cadáver político ambulante, que anda por los rincones improvisando precandidaturas destinadas al fracaso, como la de su ex colaboradora Leonor Popócatl y que se la pasa llorando por la no aprobación de sus cuentas públicas. Ya ni siquiera tiene equipo, porque sus ex colaboradores tuvieron que dedicarse a poner restaurantes o servicios de banquetes, después de que el ex presidente municipal de Puebla los condujo directamente al fracaso.
En un verdadero y extraño "suicidio político involuntario", así como lo lee usted, Eduardo Rivera Pérez se dedicó a acabar con la alianza de partidos (PAN, PRD. MC y PANAL) que lo había llevado al poder, cuando echó a la basura su único programa de gobierno real, el mil calles, y se dedicó a confabularse con el charro sindical Israel Pacheco, al darse jugosos aumentos salariales cada año a los miembros de ambas pandillas, sin importarles que la ciudad estuviera llena de baches, insegura y en penumbras por la incompetencia del ex titular de Seguridad Pública, Amadeo Lara Terrón.
TONY GALI, INFORME REALISTA, CONGRUENTE
Es el puntero en la contienda por la gubernatura y él lo sabe, pero no lanza campanas al vuelo y tampoco se deja atrapar por futurismos; al contrario, tiene los pies firmes en la tierra y en la actualidad, como lo demostró en su informe del sábado, cuando el alcalde de Puebla, Tony Gali Fayad, subrayó que su único interés es servir a la ciudad y seguir generando progreso para ella y quienes ahí habitan.
Sin destapes prematuros, pero también sin autodescartes falaces, el presidente de la capital sabe que el futuro – en todos los rubros-se construye cada día y, por ello, en la parte final de su mensaje, subrayó que "seguiré tomando las decisiones adecuadas en el presente para moldear nuestro porvenir" en beneficio de la transformación de la ciudad.
"Para transformar a la ciudad, hay que conocerla, hay que caminar en ella, meterse en las entrañas de los barrios, en el último callejón de las colonias, estar continuamente en las juntas auxiliares y unidades habitacionales, decidí hacer de lo cotidiano un auténtico gobierno de proximidad, un gobierno que vive en la calle verdaderamente, cercano a la gente, que se niega trabajar en la comodidad de la oficina", aseveró el alcalde.
Hombre de buena cuna, amable, accesible y tolerante, Gali Fayad no perdió la oportunidad de agradecer los apoyos recibidos del gobernador Moreno Valle, de la administración federal, de los trabajadores sindicalizados y hasta de los dirigentes de partidos que acudieron a su informe, a pesar de que, francamente, ni siquiera a la gente del PRI o del PAN les interesa en demasía lo que personajes tan grises e insulsos, como Ana Isabel Allende y Rafael Micalco, tienen qué decir.
Pero el alcalde de Puebla sabe que nadie gobierna solo y, también, que no se gana una candidatura al gobierno sin construir consensos o sin cumplir con la palabra empeñada a los ciudadanos de la capital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario