Por Roberto Desachy Severino
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La amnesia selectiva en un sector de la prensa poblana
Ocurrió cerca de la medianoche del domingo 5 de julio del 2009, cuando cierto personaje festejaba a todo pulmón "¡se llevó todo el PRI, ganó Mario Marín y ganó Javier López Zavala, ja ja ja!", quien festinaba a gritos el carro completo priísta de ese día NO era – cuando menos formalmente – un dirigente o candidato triunfador del tricolor y tampoco se encontraba en la sede del partido, sino que era y es director del diario más importante de la entidad El Sol de Puebla y estaba en plena redacción.
Serafín Salazar, director en ese entonces y hasta hoy de El Sol de Puebla lucía radiante y esa noche del 5 de julio del 2009 celebrando el carro completo del PRI marinista: "¡ganó Zavala, ganó Zavala!, o me vas a decir que ganó Enrique Doger?, me espetó, sabedor de que – hasta antes de regresar a trabajar a trabajar a la OEM - lo había hecho para el ex alcalde, a quien el marinismo rechazó.
Me pareció que el jolgorio promarinista de Serafín Salazar estaba más que fuera de lugar y se veía bastante ridículo en la redacción de un diario, pero me limité a contestarle – también delante de todos los que en ese momento estaban ahí – que efectivamente el PRI había ganado esa elección federal intermedia, pero que ese día votó apenas el 30 y tantos por ciento del padrón y que, si los priístas pensaban que con los 600 mil votos de esa jornada retendrían la gubernatura en el 2010, estaban muy equivocados.
Dos días después, en las páginas de El Sol de Puebla, publiqué un análisis que dejaba en claro que en las elecciones locales definitorias (para gobernador o alcalde de la capital) siempre participa más del 45 por ciento del padrón y que, por lo tanto, los 600 mil votos que el PRI sacó en el 2009 no le alcanzarían para triunfar un año después.
DESPIDO SILENCIOSO
Ésa fue una de las últimas columnas que Serafín Salazar me toleró en el diario, porque a finales de ese mes me acusó de seguir en contacto con Enrique Doger y me despidió de ABC Radio, aunque nunca me mostró las pruebas de su denuncia y tampoco me dijo quién (la gente de Mario Marín o de Javier López Zavala) le habían pedido mi cabeza que tan gustosamente accedió a darles.
Un año después, en la elección para gobernador, el PRI marinista no solamente retuvo sus 600 mil votos del 2009, sino que casi sacó 50 por ciento más al quedarse cerca de alcanzar los 900 mil, aunque su adversario, Compromiso por Puebla, tuvo más de un millón de sufragios y borró al tricolor del mapa, luego de que más del 52 por ciento de los poblanos saliéramos a votar, tal y como yo lo había vaticinado en mi análisis del 2009.
Ningún medio informativo, analista, columnista o asociación "defensora" de los periodistas, como Artículo 19, cuestionó el por qué El Sol de Puebla había prescindido de mis servicios, luego de ser uno de los pocos – el otro fue Arturo Luna, de Puebla On Line, que hizo un análisis numérico similar al mío- que se atrevió a criticar públicamente el triunfalismo marinista y a advertir que su victoria del 2009 no le garantizaba retener el gobierno estatal.
Decidí compartir esta anécdota profesional personal, porque en semanas recientes se ha incrementado la amnesia selectiva que afecta a algunos medios informativos poblanos, que hoy – con mayor o menor razón – se quejan del actual gobierno estatal, pero que en el pasado reciente POCO O CASI NADA protestaron cuando Mario Marín endeudaba a la entidad, ponía narcoediles en Izúcar de Matamoros y sumía al estado en su mayor crisis histórica por la mala reputación que le generó.
LA AMNESIA SELECTIVA
Desde luego que los medios informativos cumplimos con una labor social al dar un seguimiento crítico a las gestiones de los diversos niveles de gobierno y a los poderes públicos; pero, en el caso de Pueblo, algunos espacios que hoy se asumen como férreos detractores de la administración, apenas en el sexenio pasado mantuvieron una actitud tan dócil hacia el "góber precioso", a quien JAMÁS le exigieron cuentas de cuánto gastó en la prensa, pese a que en su gestión se fundaron algunos periódicos impresos que, lamentablemente, desaparecieron al poco tiempo.
A Mario Marín tampoco se le pidió cuentas de por qué algunos de sus medios aliados tenían tanto dinero, que hasta se dieron el lujo de poner 2 y hasta 3 revistas a todo color ¡que nadie o muy pocos leían!, pero cuya impresión era carísima. Ni siquiera se le cuestionó al "góber precioso" cuánto gastó su gobierno en las encuestas semanales que algún diario publicaba para decir que López Zavala era "inalcanzable" para los demás aspirantes al gobierno.
Incluso, no recuerdo que ningún colega periodista nacional o local le haya preguntado a Mario Marín por qué impuso a uno de sus hermanos, José Enrique, como diputado local y a su hermana Julieta como legisladora federal, a pesar de que ambos pasaron con más pena que gloría por dichos parlamentos.
La verdad es que mucha de la prensa crítica de hoy…fue cómplice de las tropelías y excesos del sexenio pasado.
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