DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
http://www.periodicodepuebla.com.mx/
MUJERES POBRES…POBRES MUJERES. 1ª parte
La feminización de la pobreza en nuestro país es una dolorosa realidad, ya que – según el Consejo Nacional de Evaluación de la Pobreza (Coneval)- mientras el 46.1 por ciento de los varones padece alguna marginación, en el caso de las mujeres esa cifra se eleva al 46.3%.
Además, en tanto que el 19.4 por ciento de los hombres mexicanos enfrenta un rezago educativo, en el caso de las mujeres esa cifra se eleva casi hasta el 22 por ciento, de acuerdo a cifras del Coneval, que también precisa que mientras el 5.6% de los varones es vulnerable por la escasez de ingresos, en el caso de las féminas ese indicador se eleva al 6%.
De acuerdo al INEGI, las mujeres son mayoría en el país. Su última medición en el 2010 da cifras claras, ya que del total de mexicanos 54 millones, 855 mil 231 personas son hombres (48.8%) y; en contraste, 57 millones, 481 mil 307 pertenecen al bello sexo, lo que demuestra que habemos 95 varones por cada 100 féminas.
Pero no solo en estadísticas ellas predominan, también en el discurso de los políticos, que siempre prometen equidad de género, oportunidades para las féminas y cosas así. Y hasta en el padrón electoral son mayoría, debido a que el IFE reporta que el 51.7 % del listado nominal es femenino, lo que ratifica que las mujeres eligen presidente, gobernadores y alcaldes.
POBREZA EN MÉXICO, CON ROSTRO DE MUJER
Lamentablemente, el dominio femenino solamente se queda en los números y en los discursos de los políticos mexicanos, ya que – de acuerdo al Coneval – por cada 100 hogares mexicanos encabezados por hombres menores a 45 años, apenas 22 casas en el país son encabezadas por mujeres de esa edad.
Como ya se indicó, las brechas en el rezago educativo de jefes y jefas de hogar tienden a favorecer a los varones, porque esta carencia se presenta de manera intensa en las mujeres responsables de su casa de 45 a 64 años de edad y es aún más evidente entre las jefas en situación de pobreza. Son féminas pobres, en una etapa madura del curso de vida y con tasas bajas de participación laboral, que dirigen hogares en los que podrían presumirse condiciones importantes de vulnerabilidad.
Además, aunque ellas tienen más acceso a los servicios de salud que los hombres, esto se debe a programas asistenciales, como el seguro popular u oportunidades, porque son los varones los que predominan a la hora de contar con cuidados médicos gracias a sus labores profesionales. Así, por cada 100 hombres con seguro médico por su profesión o trabajo, apenas 58 mujeres están en la misma situación.
Datos del Coneval destacan que "cuando el hogar es dirigido por una mujer existen mayores posibilidades de que experimente carencia por acceso a la alimentación. Aún más, cuando la jefa del hogar se encuentra en situación de pobreza, la diferencia respecto a los hogares con jefatura masculina —también pobre— se agudiza (5.8 puntos porcentuales), duplicando a la que existe entre los jefes y jefas no pobres".
Es vox populi en México que "el que paga manda", pero ello no siempre ocurre, ya que en muchas ocasiones las mujeres son las que ganan el dinero…sin que por ello se les reconozca como las jefas del hogar.
EL COLMO: ELLAS PAGAN, PERO NO SIEMPRE MANDAN
Según el Coneval,"en cerca del 20 por ciento de los hogares donde se tiene a una mujer como jefa económica, se declara que es un hombre el que dirige a la unidad doméstica", es decir que del 100 por ciento de casas mexicanas sostenidas por una mujer… en el 20% de esos casos el jefe de familia es el varón, aunque no lleve dinero al hogar o no sea el sostén financiero principal.
Retomando el asunto alimentario, el informe del Coneval alerta que "cifras oficiales muestran en los hogares con jefatura femenina existe, en todos los casos, una mayor incidencia de inseguridad alimentaria severa, que en los hogares con jefatura masculina. La diferencia se agudiza cuando los y las jefas se encuentran en situación de pobreza (6.1 puntos porcentuales).
"Por otro lado, son los hogares con jefatura masculina los que, en mayor medida, se encuentran en una situación de seguridad alimentaria, situándose la mayor diferencia cuando los jefes y las jefas del hogar están en situación de pobreza (3.2 puntos porcentuales).
"En términos generales, se puede decir que cuando los hogares son jefaturados por un hombre la proporción de éstos en seguridad alimentaria o inseguridad alimentaria leve es mayor a la de los hogares encabezados por mujeres y, en contraparte, en éstos, las incidencias de grados moderados y severos de inseguridad alimentaria son superiores", destaca el organismo.
Estas cifras oficiales ratifican que, lamentablemente, la equidad de género y la igualdad de oportunidades y de desarrollo entre los hombres y mujeres de México siguen siendo, en el peor de los casos, un discurso político electorero y vacío y; en el mejor, un objetivo social que está lejos de cumplirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario