DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
DE PEÑA NIETO Y EL NOPAL
No lo puedo negar: cada vez estoy más orgulloso de Enrique Peña Nieto y no solamente por su copete y delgadez extrema, tampoco por haber llegado a la Presidencia de la República sin leer ni un solo libro –además de la biblia-, ya que para eso está el telepronter, para sacar adelante a los políticos con poca memoria y nula cultura.
También debería ser un motivo de jolgorio nacional el hecho de que, con poco más de 2 años en Los Pinos, 6 como gobernador del Estado de México y otros tantos como secretario de Administración, haya logrado acumular una riqueza tal, que al paso que va pronto estará en la lista de Forbes.
Como informó oportunamente http://desdepuebla.com/destapan-otra-casa-de-pena-nieto-adquirida-a-contratista-de-obra-publica/, uno de los más acreditados y leídos diarios norteamericanos, The Wall Street Journal, fue el que descubrió que el presidente de México colecciona casas lujosas, como otras personas recolectan latitas de refresco, timbres, etc.
Francamente, no veo motivo de escándalo, porque el hecho de que haya 53.3 millones de mexicanos pobres, según el Coneval, no es motivo para que Peña Nieto tenga que vivir en un multifamiliar del DF o en alguna barranca perdida del EdoMex. Debemos asumir que en el 2012 muchas mujeres –y algunos hombres – votaron por él por su cabello y rostro, no por que haya demostrado capacidad para combatir o compartir la pobreza en el estado que gobernó casi 6 años.
EL PRESIDENTE MILLONARIO Y SU DISPUTA CON CARLOS SLIM
¿De veras alguien se extraña de que cada semana se le exhiba mayor riqueza patrimonial a Peña Nieto?. Algún bromista, incluso, podría decir que el titular del Ejecutivo federal es como el nopal; porque todo el tiempo se le descubren más propiedades y las nuevas son más ostentosas que las anteriores.
La semana pasada, mi compañero reportero Carlos Muñoz publicó un reportaje sobre "EPN, el millonario presidente de México, con casas y terrenos "donados" a su favor: Investigación Especial", en el cual precisa que Peña Nieto es un hombre afortunado y, seguramente, un muy buen amigo de sus amigos, ya que varios de ellos le han "donado" casas y terrenos, como él mismo lo externó en sus declaraciones patrimoniales:http://desdepuebla.com/epn-el-millonario-presidente-de-mexico-con-casas-y-terrenos-donados-a-su-favor-investigacion-especial/.
Hoy que la prensa internacional exhibe con singular saña la repentina y sospechosa riqueza presidencial, al fin entiendo por qué la repulsión mutua entre Peña Nieto y Carlos Slim Helú. Pensé que se debía a que el gobierno federal no dejó que el dueño del Telmex penetrara en la televisión abierta, para proteger el negocio de Emilio Azcárraga, el amigo eterno del huésped de Los Pinos.
Pero no, ahora sé que Carlos Slim tiene miedo de que Peña Nieto lo desbanque en la lista de Forbes como el mexicano con más millones de dólares. Y, por como se ve la cosa, su temor es más que justificado, ya que nadie puede descartar que la semana entrante se descubra que el presidente es dueño de un castillo en Francia (como cierto ex gobernador de Puebla) o que desde el 2013 es propietario de los Vaqueros de Dallas y el que conocemos como dueño, Jerry Jones, solamente se dedica a malograr al equipo cada temporada.
LA PAREJA PRESIDENCIAL, UN PEQUEÑO LUJO PARA LOS MEXICANOS
Porque, al final de cuentas, como mexicanos debemos asumir que si en el 2012 la mayoría votó por un presidente y una pareja presidencial de telenovela, ello forzosamente nos tiene que costar: ¿qué importan los 53 millones de pobres en México?, ¿para qué preocuparnos por los 41 mil asesinatos en lo que va del sexenio?, si lo que realmente cuenta es que Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, salen muy bien en la televisión y en revistas del corazón.
Sí, la pareja presidencial es un lujo carísimo para 120 millones de mexicanos, pero ¿a poco no cuesta trabajo darse algunos gustos?. Incluso, insisto, debemos sentirnos orgullosos, orondos de la riqueza creciente y cada semana multiplicada de Peña Nieto, ya que –asumámoslo – somos un pueblo telenovelero, histriónico, chillón, pero feliz.
Esto se demuestra por el hecho de que la gente anda por ahí, sin trabajo, enferma, carente de educación de calidad y mal comida, pero con una sonrisa en los labios, porque va disfrutando de sus televisiones de plasma regaladas por el gobierno federal. Al final de cuentas, en dichos aparatos luce muy bien en los noticiarios de Televisa el presidente de México con la mejor cabellera de los últimos 40 años.
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