DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
http://robertodesachydebate.blogspot.com/
MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y MENTIRAS
Quienes formamos parte de los medios de comunicación tendemos a pensar –hay que reconocerlo – que tenemos la verdad absoluta, que somos perfectos y que lo que decimos o escribimos es "ley", aunque en luchas ocasiones la realidad nos ponga en nuestro lugar, como le ocurrió a Alejandro Mondragón, de Status, el 11 de mayo del 2010, cuando predijo que el PRI ganaría todo en la elección por la gubernatura, los 217 municipios - incluyendo Puebla capital- y la mayoría en el Congreso local.
Ese día, Mondragón escribió en su columna que "el Revolucionario Institucional ganará el resto de los estados en disputa. "Según los números de la dirigencia, encabezada por Beatriz Paredes Rangel, en Puebla el PRI obtiene 36 por ciento de las preferencias, mientras que la coalición "Compromiso por Puebla" se lleva 27 por ciento.
"Es decir, el PRI ganaría por una diferencia de nueve puntos porcentuales y perfilar así lo que comienza a manejarse como el "carro completo", presumió Alejandro Mondragón. Pero la cargada mediática de poco sirvió a Mario Marín, al PRI y a Javier López Zavala, que en julio del 2010 fueron arrasados en las urnas por Moreno Valle y su alianza opositora.
Mondragón no fue el único columnista o representante de un medio de comunicación que en el 2010 se sumó a la causa marinista-priísta-zavalista y se quedó con un palmo de narices, porque también le ocurrió a la supuesta filial de La Jornada, uno de los medios más respetados en el país, pero que en Puebla funge como brazo mediático del PRI.
DE ENCUESTAS TRUCADAS
El 4 de mayo del 2010, La Jornada de Oriente publicó un trabajo de su entonces encuestador de cabecera, Sergio Cortés, quien aseguraba que el candidato del PRI a la alcaldía de Puebla, Mario Montero Serrano, le llevaba 6 puntos de ventaja al opositor Eduardo Rivera Pérez.
Durante la elección por la capital del estado, en ese entonces La Jornada de Oriente presumía que el PRI llevaba una ventaja de "entre unos 70 u 80 mil votos a favor de Mario Montero, quien tiene un férreo control de la estructura priista del municipio, lo que le garantiza que en caso de no haber algo que destruya su imagen pública en las próximas semanas, difícilmente podría ser derrotado".
Sin embargo, el día de la elección, ocurrió lo "imposible" (para La Jornada de Oriente y sus encuestas) y la coalición opositora derrotó al "compadre" de Mario Marín - Montero Serrano - por 100 mil votos de diferencia: 287 mil 400 de la alianza opositora VS los 187 mil 900 del PRI marinista.
Como puede verse, en Puebla sobran ejemplos de las equivocadas apuestas políticas que, en ocasiones, hacen algunos columnistas y medios de comunicación.
ELEMENTOS
· El exceso de ácido fólico y las uñas largas. Se trata de un personaje oscuro, que no ataca de frente, sino a traición, como le hizo a Enrique Doger Guerrero, al que - cuando era presidente municipal de Puebla - le pidió 500 mil pesos para que dejara de criticarlo desde la 1010am, pero, como el ex alcalde se negó a su chantaje, incrementó la embestida en su contra, incluso, mezclando elementos personales, lo que sin duda representa jugar sucio.
· Este "periodista" vivió su "plenitud" profesional con uno de los peores presidentes municipales de Puebla, el ex panista Luis Paredes Moctezuma, quien lo convirtió en su vocero y cómplice. El exceso de ácido fólico hizo crecer sobremanera las uñas de Alejandro Mondragón, que se acostumbró a las prebendas financieras de los ex gobernadores Melquiades Morales Flores y, sobre todo, Mario Marín Torres a través del entonces rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez.
· El "góber precioso" y Agüera Ibáñez fueron tan generosos con Alejandro Mondragón y cía, que incluso tuvieron el dinero suficiente para poner un periódico, Status, cuya duración fue efímera, porque desapareció cuando se acabó el marinismo y Moreno Valle asumió el gobierno estatal.
· Este contexto explica por qué hay varios "periodistas" que añoran los tiempos en que el PRI gobernaba Puebla y que están dispuestos a hacer lo que sea, hasta mentir, con tal de que el priísmo-marinismo regrese.
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