Roberto Desachy Severino
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Fernando Manzanilla Prieto quería ¿quiere? ser diputado federal por el PAN en el 2015 y, por ello, se sumó a Ernesto Cordero en la contienda por la presidencia nacional del partido, luego de ver una buena oportunidad de entrar de lleno al primer grupo del ex titular de la SHCP y de involucrarse en las decisiones del panismo federal.
El ex titular de la Secretaría General de Gobierno fue nombrado coordinador estratégico de la campaña de Ernesto Cordero, gracias a su cercanía con Juan Manuel Oliva, el ex gobernador de Guanajuato y miembro del Yunque que iba como candidato a la secretaría general del PAN nacional.
Manzanilla Prieto no es cercano a Ernesto Cordero ni a los ex funcionarios de Felipe Calderón, pero sí lo es a Juan Manuel Oliva, de quien sus allegados dicen que es uno de los pocos ex gobernadores que no tienen dinero. El asunto es que, si hubiese ganado el "Mr Bean" de la política mexicana, Fernando habría tenido asegurada la curul federal plurinominal o por un distrito fácil del Puebla.
Pero luego de la apabullante derrota que obtuvieron Ernesto Cordero, Juan Manuel Oliva y compañía, la diputación se le complica a quien durante 3 años fue el 2do hombre más poderoso de Puebla. Sin embargo, puede que no todo esté perdido para él, como lo externó el propio gobernador Rafael Moreno Valle cuando aseveró que, luego de la contienda panista, buscaría un acercamiento con Javier Lozano y el mismo Manzanilla.
AL BÚNKER CORDERISTA EN PUEBLA SE LE VOLTEARON LOS RESULTADOS
La puerta, pequeña, entrecerrada, pero puerta al fin y al cabo, que le queda al ex titular de la SGG es que Cordero y - sobre todo Oliva - negocien con el reelecto presidente nacional panista, Gustavo Madero, para que algunos de sus allegados reciban candidaturas en la elección federal del año entrante.
Un elemento que Manzanilla Prieto podría tener a su favor es que tanto él como el Ejecutivo estatal han evitado una polarización política abierta. Y queda claro que Moreno Valle jugará un papel más que decisivo en el PAN en los próximos meses o, incluso, años.
Otro que buscaba ser diputado federal en el 2015 era ¿es? Francisco Fraile García, el ex delegado del IMSS y ex dirigente estatal del PAN, quien junto a Ana Teresa Aranda les vendió a Ernesto Cordero y Juan Manuel Oliva el sueño de que el corderismo arrasaría en Puebla en proporción de 3 votos contra 1.
Incluso, el sábado en la noche anterior a la elección, en el equipo de Manzanilla Prieto había seguridad de que se ganaría la elección en el estado y que, a nivel nacional, el peor escenario era que Gustavo Madero triunfara por 3 o 4 puntos porcentuales, para recurrir al TEPJF y tratar de revertir el resultado.
Sin embargo, para el domingo 18 de este mes, al mediodía, los corderistas ya sabían que en Puebla habían sido arrasados en proporción de 3 sufragios contra 1 en todo el estado y que, a nivel nacional, la madriza que recibieron por más de 10 puntos de desventaja les impediría judicializar la elección.
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