DEBATE

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Por Roberto Desachy Severino

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Historia de un doble secuestro, 2da parte

El 23 de noviembre del 2010, el entonces secretario de Acuerdos del Juzgado 4to Penal de la ciudad de Puebla, Adrián César Vázquez Ávila, fue secuestrado supuestamente por miembros del cártel de Tepito, en represalia por la captura de varios presuntos miembros de dicha organización delictiva, a quienes la PGJ detuvo en el DF por participar en el homicidio del policía ministerial poblano José Alfonso Hernández Gutiérrez.

El ex funcionario del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) permaneció secuestrado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en una casa de seguridad del presunto cartel de Tepito durante 24 horas, hasta que una de sus captores le dijo que se fuera y no mirara hacia atrás, lo que Vázquez Ávila hizo hasta que encontró refugio en una iglesia.

De acuerdo a la propia narración y a documentos de la víctima, fue personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Procuraduría General de la República (PGR) el que acudió por él al templo de Nuevo Laredo  y lo trasladó en un avión de esta última dependencia hasta Puebla…donde su calvario inició nuevamente.

EL 2DO SECUESTRO, EL "INSTITUCIONAL"

"Me trajeron al aeropuerto de Huejotzingo en un avión de la PGR y, luego de aterrizar, el encargado del operativo me aseguró que tenía órdenes de llevarme hasta mi casa. Pero en la terminal estaba esperándome una conocida mía, Claudia Ferrer, que en eses entonces era agente del Ministerio Público del Estado y me comentó que mi familia me esperaba en el aeropuerto".

Vázquez Ávila continúa: "cuando el de la PGR vio que conocía a la persona que me había ido a buscar, me preguntó si me dejaba con ella y le contesté que sí, que no había problema.  Sin embargo, en la terminal me di cuenta de que mi familia no estaba y eso comenzó a inquietarme un poco".

"La MP estatal no me llevó a mi casa, sino a la Dirección de Atención a Delitos de Alto Impacto, la DADAI, donde fui conducido  a una habitación color amarillo con solo una mesa grande oval y sillas, con su director a quien solamente conocía de vista y ahora sé que se llama Felipe Morales Escamilla, quien en compañía de 3 agentes del MP y de 9 agentes judiciales me comenzaron a acusar e inculpar de que yo tenía tratos con el crimen organizado.

"Abusando de su cargo y autoridad, me acusaron de tener tratos o negocios con el crimen organizado, afirmando que de mi teléfono tenían registradas en un mes más de mil llamadas a Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Guerrero, Nuevo León y Morelos".

¿POR QUÉ TE DEJARON CON VIDA?

Casi con lágrimas en los ojos, Vázquez Ávila recordó la peor frase que le expresaron los entonces funcionarios de la PGJ y la DADAI, encabezados por Felipe Morales Escamilla: "me dijeron que se les hacía muy raro que me encontrara yo con vida, queriéndome confundir todos a la vez con diferentes preguntas, afirmaban falsamente de que yo tenía nexos con diversos cárteles de la droga en México".

"Mis inquisidores, concretamente el director de la DADAI Felipe Morales Escamilla, me acusaron además de que yo era el corredor del juez del juzgado 4to penal afirmándome que yo y en aquél entonces mi  titular cobrábamos cantidades de dinero por sacar sentencias absolutorias en asuntos muy delicados, siendo todo ello falso".

"Durante todo el tiempo que permanecí con ellos, no obstante a que estaba siendo intimidado con su maltrato, negaba las acusaciones e intentaba infructuosamente narrarles los hechos delictuosos de los que fui víctima, solicitándoles además en todo momento queme permitieran hablar con mis familiares".

¿CUÁL FUE EL MENSAJE QUE TE DIERON PARA EL GOBERNADOR?

Una de las cosas que más le llamó la atención al ex funcionario del TSJ fue la insistencia con que el titular de la DADAI y demás personal de la PGJ le exigieron aclararles qué mensaje había mandado, supuestamente, el cártel de Tepito para el entonces gobernador Mario Marín Torres. Morales Escamilla y compañía intentaron que hablara de este tema por las buenas o por las malas.

Vázquez Ávila continúa su narración "Felipe Morales y sus 9 o 12 gentes presentes ahí me decían textualmente que por órdenes del Gobernador del Estado, en aquél entonces Mario Plutarco Marín Torres, tenían que averiguar cuál era el mensaje que me habían dado para el Ejecutivo mis captores, que forzosamente me tenían que haber dicho algo, que ya me dejara de decirles tonterías, porque no le podían informar al gobernador la pendejada de que fui secuestrado y dejado en libertad así porque sí".

Una vez que el ex funcionario del TSJ no pudo decirles nada, pese a los insultos y la violencia verbal, los ex colaboradores del entonces procurador de justicia Rodolfo Igor Archundia Sierra cambiaron de estrategia y optaron por tratar de llegarle "por la buena". Felipe Morales Escamilla y otro personaje se quedaron a solas con él y "me dijeron que ellos iban a ayudarme, que si cooperaba con el comandante no me iban a hacer nada, que no tendría yo ningún problema y ellos me iban a ayudar, que solamente les tenía que decir cuál era el mensaje que le mandó el crimen organizado al gobernador Mario Marín".

Como "por las buenas" Vázquez Ávila tampoco les dijo lo que querían saber, el personal de la DADAI retomó sus ataques verbales durante 6 horas en total, hasta que el inculpado les recordó que él había sido dejado en sus manos por las fuerzas federales y que había documentos que probaban que estaba en su custodia.

Es importante destacar que tanto en la PGR como en la PGJ la víctima colocó denuncias por todos estos acontecimientos: en la PGR se interpuso la querella AP/PGR/PUE/PUE-11/0261/2012, mientras que en la dependencia poblana el documento es el AP-569/2012/SEXTA.

Mañana, en la 3ra parte de este relato, le contaré por qué Vázquez Ávila interpuso demandas de juicio político contra los últimos 2 titulares del TSJ: el marinista León Dumit Espinal y el morenovallista David López Muñoz, quienes a pesar de pertenecer a gobiernos supuestamente diferentes coinciden en muchas acciones y actitudes, como en la de tratar de negar la operación del crimen organizado en Puebla y en la de haberle conculcado la vida a este ex funcionario del tribunal.