DEBATE, COLUMNA 1, FOTO DE ANA ISABEL ALLENDE

DEBATE

Por Roberto Desachy Severino

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ANA ISABEL ALLENDE Y SU CUENTA PENDIENTE CON JUAN CARLOS NATALE

Hoy son aliados, tal vez involuntarios, impuestos, pero finalmente aliados, aunque Ana Isabel Allende, la sedicente dirigente estatal del PRI, le tiene guardada una cuentecita a Juan Carlos Natale, el dueño del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Puebla y, por lo mismo, depositario del "niño verde", Jorge Emilio González, en la entidad.

Fue en el 2003, Ana Isabel y Juan Carlos cursaban la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Ibero Puebla y, según sus compañeros, eran muy amigos, cercanísimos, "manitos", como se decían en aquél entonces o "compas", como se le señala hoy.

Ana Isabel le confió a Juan Carlos que quería ser presidenta del Consejo Estudiantil de Ciencias Políticas de la Ibero y hasta le pidió apoyo, con toda la candidez que, desde luego en aquél entonces, tenía.

El hoy dirigente del PVEM fue gentil, amable con ella y le respondió que sí, que "con todo gusto te apoyo, manita, verás que vas a ganar sin problema". La cándida presidenta del PRI se fue a su casa con una sonrisa en el rostro y el corazón lleno de confianza…hasta la mañana siguiente.

JUAN CARLOS BARRE A ANA ISABEL

Al día siguiente, Ana Isabel notó algo raro en el ambiente de niños popis de la Ibero, como que todo mundo se le quedaba viendo, se sería de ella y cuchicheaba. Le preguntó a Juan Carlos, pero él la cortó rápido, con el mensaje de que "yo no sé nada, son imaginaciones tuyas, te dejo porque tengo muchas cosas qué hacer".

Ella se quedó intrigada, hasta que fue a anotarse como candidata al Consejo Estudiantil y…se enteró de que Juan Carlos se le había adelantado y sería su competidor, lo que detonó más de una carcajada en la universidad. Por cierto, Natale llamó "verde" a su planilla y comenzó su campaña.

La actual representante del "partidazo" se la pasó con más pena que gloria en la contienda y el resultado no se hizo esperar: Juan Carlos Natale no solamente le ganó, sino que la arrolló, le metió una goliza de escándalo, como si las Chivas hubieran jugado con el Real Madrid en el Santiago Bernabeu y, por si fuera poco, Marco Fabián hubiese salido crudo a la cancha.

La victoria del pevemista fue hasta insultante: con una diferencia mayor a dos votos por 1. El ridículo político en la Ibero se paga caro, ni la "bondad" de los jesuitas salvó a la hoy dirigente estatal del PRI de la exhibida recibida en aquél 2003.

Quizás por eso juran y perjuran en la sede estatal del partidazo que quien lleva la voz cantante, al menos en Puebla, en los asuntos de la alianza PRI-PVEM es Juan Carlos Natale y que - por eso- los seguidores del "Niño Verde", Jorge Emilio González, están más que confiados en que tienen a los priístas bajo su control.