DEBATE

DEBATE

Por Roberto Desachy Severino

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Puntos finos de debate

El debate del domingo entre los candidatos presidenciales dejó varios puntos finos que vale la pena tomar en cuenta, como la beligerancia de Josefina Vázquez Mota, quien arremetió contra los 3 y cometió el error de meterse con el último lugar, Gabriel Quadri, lo que equivale a un yerro estratégico al subir a su nivel a quien no supera el 5 por ciento de las intenciones del voto.

La belicosidad de la candidata del PAN dejó en claro que ella sabe que va en 3er lugar y lo asumió plenamente al arremeter contra Peña Nieto y AMLO, a quien en el 1er debate no tocó. En esta ocasión, Vázquez Mota se comportó mucho mejor, más segura que en la primera confrontación y demostró su experiencia legislativa al ser la única contendiente presidencial que ya fue diputada federal.

También quedó claro que Vázquez Mota es la candidata de Felipe Calderón, del status quo, porque defendió al Ejecutivo federal y aseveró que, en el remoto caso de ganar, hará exactamente lo mismo que su mentor: estabilidad macroeconómica, uso de los programas sociales como paliativos ante la creciente pobreza y continuismo de la guerra estúpida del calderonismo.

PEÑA NIETO Y AMLO, SIN TOCARSE

Peña Nieto y AMLO se comportaron como candidatos punteros, sin atacarse mutuamente y sin criticar a sus adversarios. Como en el primer debate, el priísta se dedicó a flotar, a hablar de generalidades y a no asumir compromisos serios, como modificar el modelo económico o combatir la corrupción, ofertas que el PRI no hizo.

Peña Nieto se defendió poco de los ataques de Josefina Vázquez Mota y no tuvo que defenderse de su colusión con Televisa, Elba Esther Gordillo, Carlos Salinas de Gortari, Tomás Yarrington, los narcogobernadores o los narcogenerales, porque sus adversarios no le tocaron esos temas. Fue menos atacado que en el 1er encuentro y esto le permitió salir mejor librado.

AMLO fue mucho menos incisivo, crítico o combativo que en el 1er debate, aunque logró asumir el compromiso de cambiar el modelo económico y reiteró su propuesta de abatir la corrupción y la burocracia dorada. No atacó a Peña ni a Josefina Vázquez o a Felipe Calderón, pese a que éste último andaba haciéndole al "Vicente Fox" twiteando contra él.

El representante de la izquierda perdió la oportunidad que le dio Quadri de asumir el compromiso de proponer la legalización de los matrimonios homosexuales y de firmar un acuerdo comercial con China. Pero le dio énfasis a la agenda social y se mostró muy interesado en mandar el mensaje a Barack Obama y a Estados Unidos de que sería un presidente cooperativo con ellos.

Gabriel Quadri se mostró mucho menos derechista que en la 1ra confrontación, demostró contar una agenda concreta que incluye temas liberales, como la aprobación de los matrimonios entre la comunidad homosexual y la no penalización de las mujeres que abortan. Pero se equivocó rotundamente al asumirse como el "mejor candidato", puesto que se mostró presumido, soberbio y sobrado y también erró al defender a Elba Esther Gordillo, un personaje realmente indefendible.