Por Roberto Desachy Severino
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Elieser Popócatl Castillo o la obsesión de vivir del erario público
Dentro de la fauna política existen personajes que, en aras de darle un zarpazo al erario público van de un partido a otro sin la menor consistencia ideológica o recato personal, aunque pocos pueden "presumir" la "trayectoria" de Elieser Popócatl Castillo, quien en poco más de un año ha militado en ¡3 fuerzas diferentes y siempre con diferentes cargos!.
Veamos: el 3 de marzo del año pasado, junto con Alfredo Sánchez Fuentes, Elieser Popócatl quiso acceder a las prerrogativas del Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEEP) al fundar el supuesto Partido Ciudadano Anticorrupción (PCA), donde él era presidente y se suponía que estaba arropado por las personas defraudadas en las cajas de ahorro durante el gobierno pasado de Mario Marín Torres y a las que decía "defender".
El IEEP negó el registro al PCA, luego de detectar que su "base social" era más falsa que los pronunciamientos del presidente Peña Nieto acerca de que, si le aprueban su reforma energética, bajará el costo de la gasolina. En vista del fracaso, nuestro chapulinesco personaje brincó al PT, que lo hizo su candidato a la diputación local por Atlixco en la pasada elección local.
En Atlixco, Popócatl Castillo tuvo dos oportunidades de ser diputado local: ganar la curul o ser el candidato del PT al Congreso local más votado en la entidad, para erigirse en el llamado "gran perdedor" y quedarse con la 1ra plurinominal. Pero fracasó en ambas.
DEL PCA AL PT…DEL PT AL PVEM
En las urnas, con las siglas del PT, logró solamente 11 mil 991 sufragios, muy lejos de los 31 mil 800 que obtuvo Puebla Unida, la alianza PAN-PRD que ganó el distrito. Tampoco fue el representante petista más votado, debido a que fue superado por los 17 mil 302 votos logrados por el contendiente del distrito 7 de Amozoc, Mariano Hernández Reyes, el "propietario" en la entidad de la franquicia del instituto de Alberto Anaya.
Pero Popócatl Castillo es todo un ejemplo de travestismo político, porque en aras de satisfacer sus ambiciones financieras se contactó con un personaje con el que comparte la desesperación por el poder: Juan Carlos Natale, el cada vez más criticado "dirigente" eterno del PVEM en la entidad, quien el pasado 16 de octubre lo nombró "delegado" en Atlixco.
Bien reza el dicho que "Dios los cría y ellos se juntan", ya que tanto Popócatl Castillo como Juan Carlos Natale representan lo que la gran mayoría de ciudadanos más rechazan de los partidos: la ambición desmedida por el dinero público y el poder por el poder mismo, además de la simulación democrática.
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