explicar el tema del gasoducto Morelos
Uno de los elementos por los que - con argumentos - la diputada federal perredista-marinista Roxana Luna Porquillo y su grupo han condenado el proyecto del gasoducto Morelos, es la poca información que la la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha manejado al respecto, debido a que - después de que diera a conocer el proyecto - prácticamente dejó de referirse al mismo, en lugar de precisar de manera permanente sus alcances y ventajas.
Este vacío informativo de la CFE y, en general, del gobierno de Enrique Peña Nieto ha dado a pie a que Luna Porquillo y otros sectores políticos cuestionen el proyecto y hasta asusten a los productores de Morelos, Tlaxcala y Puebla -estados incluidos en el gasoducto- con que se les quitarán sus tierras o que les serán compradas a precio de risa.
Además, cuando desde un nivel de gobierno, como en este caso la federación, la información no es clara y contundente, se da pie a rumores, especulaciones y a manipulación política, sobre todo cuando un presidente de la República y su gestión tienen los niveles de aceptación tan bajos, como los que arrastran Enrique Peña Nieto y cía.
REUNIÓN CUMBRE EN PUEBLA
En este contexto, el gobernador Rafael Moreno Valle y autoridades federales, incluyendo muy probablemente al titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Enrique Ochoa Reza, preparan una reunión cumbre para explicar los alcances del gasoducto Morelos, despejar dudas en los estados involucrados y, sobre todo, dar certeza a los campesinos de que no perderán sus tierras ni se las contaminarán o habrá cambios en el uso de suelo.
La reunión se efectuará en mayo, Puebla fue elegida como sede y serán invitados los sectores sociales-económicos y políticos involucrados en el proyecto, para quitar "ruidos" del tema y dejar muy en claro los beneficios energéticos, de infraestructura y en generación de empleos que recibirán los habitantes de las comunidades involucradas en el plan.
El hecho de que dicho encuentro se vaya a efectuar en Puebla refleja que al interior del gobierno federal ya se ha asumido como obligatoria la defensa del gasoducto, debido a que el tema ha sido utilizado de pretexto por un sector de la izquierda -priizada, para arremeter contra la gestión de Moreno Valle e, incluso, poner en riesgo la concreción del gasoducto.
Al final de cuentas, si la CFE decide cancelar la obra, los que quedarán muy mal parados a nivel nacional son la misma comisión y la Presidencia de la República, que perderían una inversión de 333 millones de dólares por un proyecto que tendrá una vida útil de 25 años en el sector energético.
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