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Subject: debate, columna 1, foto linchamiento en Ajalpan
Date: Mon, 26 Oct 2015 18:02:49 -0600
DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
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DF, EdoMex, Puebla y Oaxaca, en el "Top 5" de los estados con más linchamientos: UAM
Lamentablemente, los linchamientos en Ajalpan no pueden ni deben considerarse –ni con mucho- como hechos aislados, ya que sería un error tratar de minimizarlos así, si se toma en cuenta que Puebla forma parte de los 5 estados con más casos de este tipo desde 1997 y hasta la fecha.
Un estudio hecho por los investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco Raúl Rodríguez Guillén y Norma Ylse Veloz Ávila, precisa que Estado de México, DF, Puebla, Morelos y Oaxaca conforman el "top 5" de las entidades con más casos de linchamiento.
El análisis abarca desde 1988 hasta el 2014, lo que implica que NO incluye los linchamientos- asesinatos en Ajalpan ni el intento en San Martín Texmelucan. Además, aunque el PRI estatal – a través de su dirigente Ana Isabel Allende- quiera culpar al actual gobierno panista de los homicidios, la realidad es que desde que la llamada "Justicia Ovejunesca" ocurre en Puebla, al menos, desde que Manuel Bartlett Díaz, Melquiades Morales Flores y Mario Marín la gobernaron con los colores priistas.
El estudio de Rodríguez Guillén y Veloz Ávila, publicado el 18 de febrero pasado en el número 187 de la edición oficial de la UAM, El Cotidiano, registra al menos 366 linchamientos (más los acumulados en este 2015) en 26 años. Solamente 4 estados: Colima, Nuevo León, San Luis y Zacatecas NO han tenido situaciones en que una turba ataque y/o asesine a alguien para hacerse justicia por mano propia.
Estado de México, donde gobernó Peña Nieto, la peor entidad en materia de linchamientos
Con 109 casos acumulados entre 1988 y 2014, un estado que siempre ha sido priísta (EdoMex), es donde más linchamientos ha habido y supera por más del doble a su más cercano perseguidor, el DF, que registra 54 casos, aunque del 2000 a la fecha en la capital del país ha venido a la baja este problema.
Con 38 casos, Puebla está en el tercer lugar de la lista, mientras que –curiosamente- el 4to sitio es para un estado pequeño, pero bastante violento en este sentido y vecino de Puebla: Morelos, que registra 33 linchamientos intentados o consumados, porque el análisis de la UAM precisa que – en muchas ocasiones-las muchedumbres no logran concretar sus intenciones homicidas.
Con 27 casos, una entidad históricamente conflictiva, Oaxaca, cierra el "Top 5" de los estados con linchamiento. El 6to lugar lo ocupa Chiapas, con 19 ataques, pero en este estado la crisis por este tipo de acontecimientos se dio entre 1996 y 2009, con 16 sucesos.
Hasta el momento en que abarca este trabajo académico, 752 personas en México habían sufrido intentos de linchamiento y 186 (25 por ciento) murieron en ellos. Entre las causas que motivan estos ataques están el "desgaste institucional que se expresa en la violencia política y social", la irritación social, la predisposición de una comunidad a la violencia (caso Ajalpan) y la percepción de la gente de que las autoridades no actúan o de que están coludidas con delincuentes.
Viejos agravios sociales
La realidad es que, aunque se intente politizar o partidizar lo ocurrido en Ajalpan, los linchamientos han ocurrido casi en todo el país, alentados por la inseguridad, la impunidad y la inacción oportuna y permanente de las autoridades policíacas de los 3 niveles de gobierno, lo que nos habla – según la UAM – "de una historia de agravios" a la sociedad por parte de quienes deberían cuidarla.
"Podríamos hablar entonces de una historia de agravios a la sociedad que se ha convertido a su vez en una historia de impunidades, en donde el abuso, la prepotencia y la corrupción política, policíaca o judicial (por la corrupción de jueces, magistrados y funcionarios públicos), sumadas a la negligencia de autoridades políticas, expresan también la inoperancia del sistema de administración de justicia", señalan Rodríguez Guillén y Veloz Avila.
Incluso, los investigadores destacan que el descontento social reflejado en los linchamientos no puede explicarse por un hecho aislado (robo, ataque policíaco, atropellamiento), ya que sus orígenes son más profundos y se remontan a la profunda desconfianza de la gente hacia sus autoridades, como lo demuestra el hecho de que es vox populi el lazo de complicidad –en muchos casos- entre los delincuentes y los presuntos agentes de la ley, lo que erosiona la confianza de la gente en sus autoridades.
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