DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
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Peña Nieto entierra a José Antonio Meade para el 2018
Hace poco más de un año, José Antonio Meade podía sonreír al futuro: era el secretario federal de Desarrollo Social (Sedesol), la dependencia que reparte millones de recursos en todo el país y crea programas que supuestamente combaten la pobreza pero que, en realidad, generan clientelas electorales.
Entre agosto del 2015 y septiembre del 2016, cuando estaba en la Sedesol, José Antonio Meade Kuribreña tuvo elementos para soñar con ser el candidato del PRI y, sobretodo, del presidente Enrique Peña Nieto a la presidencia del país en el 2018. Pero el domingo 1ro de enero del 2017 su carrera política-electoral se hizo pedazos, ya como secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Seguirá como titular de dicha dependencia hasta que acabe el sexenio y, si tiene suerte y el grupo de Peña Nieto continúa al frente de Los Pinos en la gestión 2018-2024, tal vez hasta se mantenga en el cargo…pero ya ni el PRI ni ningún otro partido podría lanzarlo para competir por un cargo público, debido a que los brutales gasolinazos del 1ro de enero lo convirtieron en el político más odiado del país.
Quizás el presidente haga que Enrique Ochoa Reza lo ponga como candidato a una diputación federal o senaduría plurinominal dentro de un año, pero ya es imposible que Meade Kuribreña gane una elección…ni siquiera entre los miembros de su propia familia, porque –como titular de la SHCP-el golpe que su gasolinazo le asestó a la economía de millones de mexicanos fue brutal.
OSORIO CHONG Y LUIS VIDEGARAY, LOS MEXICANOS FELICES POR EL GASOLINAZO 2017
Peña Nieto enterró a Meade para el 2018 y se quedó sin una de las pocas cartas con las que podía competir en las elecciones de ese año, sobre todo después de los elementos –totalmente insensibles, tecnocráticos y huecos-con que el titular de la SHCP tuvo que salir el brutal gasolinazo: http://desdepuebla.com/con-el-gasolinazo-ganan-el-pais-nuestros-hijos-y-nuestros-nietos-meade-con-aristegui-video/170104/
Aunque usted no lo crea, hay al menos 2 o 3 "mexicanos" muy felices por el brutal gasolinazo que el gobierno de Peña Nieto nos recetó en este inicio de año…y desde luego que todos son priístas, faltaba más:
1.- Miguel Ángel Osorio Chong es uno de los más beneficiados con el gasolinazo, ya que, de un plumazo, se le quita del camino uno de sus posibles rivales a la candidatura presidencial priísta del 2018, José Antonio Meade Kuribreña, que desde el domingo es el "villano favorito" de los mexicanos.
2.- Luis Videgaray estaría que no cabe de gusto con el encono social provocado por la SHCP, porque su sucesor en dicha dependencia amente su cuate- ya quedó fuera de la postulación del PRI en el 2018 y, además, su cuate Donald Trump podrá imponerlo como contendiente…al mismo tiempo que entre ambos desmadran más a la economía nacional.
3.- Manlio Fabio Beltrones y los duros del PRI, los que desde junio del año pasado se deslindaron del presidente y su grupo, saben que los priístas de base, los de a pie, que sí existen en todo el país, están cada día más hartos de Peña Nieto y que, en consecuencia, el ambiente interno es más que propicio para el fortalecimiento de liderazgos alternos…aunque sean tan cuestionables como el de "Don Beltrone".
PEDRO JOAQUÍN COLDWELL, JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ ANAYA, OCHOA REZA Y JAIME FRANCISCO HERNÁNDEZ…VÍCTIMAS COLATERALES DEL GASOLINAZO PEÑISTA
Y, nuevamente, aunque usted no lo crea, el brutal gasolinazo peñista del 2017 sí trae consecuencias positivas para el país…pero no son las que Meade Kuribreña presumió: la ciudadanía, los empresarios, grupos políticos y hasta los mismos priístas ya quieren que se vayan de Los Pinos el presidente y su gente.
En consecuencia, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; los titulares de Pemex y CFE, José Antonio González Anaya y Jaime Francisco Hernández, respectivamente, se han convertido en víctimas colaterales de la política económica de Peña Nieto. Sus carreras y aspiraciones políticas-electorales murieron el 1ro de enero pasado, si es que alguna vez existieron.
¿Se imagina usted a Pedro Joaquín, José Antonio o Jaime Francisco como candidatos del PRI o del PVEM en el 2018 y, en campaña, formulando las promesas de que "protegeremos la economía de las familias mexicanas", "combatiremos la pobreza y generaremos empleos". Yo tampoco.
Otro cadáver político que, quizá todavía no sepa que lo es, es el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, que –más allá de alguna plurinominal que su tocayo le pueda regalar- difícilmente aspirará a algo más, no solamente por su origen priísta y peñista, sino también por haber sido director de una de las instancias que, junto a Pemex, acaba de asestar un golpe mortal a la economía de los mexicanos: la CFE.
Como ex titular de la CFE en el fallidísimo gobierno de EPN, Ochoa Reza carga en sí mismo el repudio de millones de ciudadanos, empresarios y diversos sectores a quienes dicha paraestatal les ha elevado las tarifas de manera injustificada e inmisericorde.
Ya lo que queremos es que Peña Nieto y su equipo de vayan…antes de que acaben con lo que queda del país.
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