DEBATE, ROBERTO DESACHY CONDENA REPRESIÓN

 

DEBATE Por Roberto Desachy Severino

rodese70@hotmail.com http://robertodesachydebate.blogspot.com/ El pasado sábado, El Sol de Puebla publicó la justificación con que el titular de Seguridad Pública del gobierno estatal, el diputado federal del PRI con licencia, Ardelio Vargas Fosado, intentó minimizar o explicar el que – el miércoles pasado- policías bajo su mando hayan atentado contra niños, padres de familia y destrozaran parabrisas, con tal de reprimir una manifestación que presuntos comerciantes de la 46 poniente hicieron frente a la Secretaría de Finanzas, para exigir que cesen los operativos en su contra y, algo estúpido de pedir, que se les devuelva la mercancía decomisada. Vargas Fosado justificó la barbarie ordenada por él con estas palabras "las operaciones policíacas no son tablas gimnásticas, por lo que a veces se cometen errores, hasta excesos, pero estos, aseguró, son parte de los riesgos que se corren en una operación que busca restablecer el orden". A pesar de reconocer los hechos, el funcionario estatal mantuvo su postura tras señalar que fuera de ello el tema central era la actitud beligerante que habían tomado los comerciantes, de quienes dijo \"no podemos estar al capricho de unos cuantos, no pueden bloquearnos una calle o que nos agredan\". El Sol de Puebla agrega que "Vargas Fosado pidió poner en su justa dimensión los hechos, y para el secretario de Seguridad Pública, la justa dimensión de este enfrentamiento es que se actuó conforme a derecho, tras explicar que los comerciantes fueron los principales agresores", \"la actitud de esta gente es una actitud beligerante\". El problema con el secretario de Seguridad Pública de la gestión morenovallista no es que "sus muchachos", en un hecho aislado, hayan perdido su autocontrol el miércoles 11 de mayo y arremetido a golpes contra todo lo que se moviera, incluyendo mujeres y niño y hasta coches sin movimiento alguno. Lo grave con Ardelio Vargas es que su "método" para tratar a los movimientos y protestas sociales siempre es la represión. Crónica de una represión anunciada La represión es el modus vivendi de Vargas Fosado, quien es el priísta al que los gobiernos federales (y ahora estatal) emanados del PAN han recurrido para hacer el trabajo sucio de golpear a la gente, como lo demuestra su involucramiento directo en prácticamente todos los sucesos de violencia provocados por administraciones del PAN: Atenco, Oaxaca y Lázaro Cárdenas Michoacán. Incluso, en octubre del 2009, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Mariano Azuela, planteó – en su resolución sobre el caso Oaxaca, APPO- que el diputado federal del PRI con licencia, Ardelio Vargas Fosado, junto al general Héctor Sánchez Gutiérrez, eran "participantes presumiblemente" en las violaciones a los derechos humanos de los miembros de dicha asamblea al haber coordinado los operativos en su papel de jefe de Estado Mayor de la entonces Policía Federal Preventiva. Al final, la SCJN lo "exoneró" de las investigaciones por los casos Atenco y Oaxaca, pero si se toma en cuenta que es la misma instancia que "exoneró" al ex gobernador Mario Marín Torres de haber violado las garantías individuales de la periodista Lydia Cacho, pese a que todo México y el mundo lo escuchó planeando su ataque, se enciende claramente que esta los magistrados actúan mucho más por dinero y consigna política que por la aplicación de la justicia. Y aunque los dirigentes empresariales de la Coparmex y CCE, Francisco Rodríguez Álvarez y Luis Rodríguez Fernández, respectivamente, hayan asumido sus roles de justificadores de oficio del gobierno estatal al avalar los golpes que policías dieron a inocentes durante la protesta del miércoles, lo cierto es que cuando en la administración pública se usa la fuerza; es una señal clara de carencia de capacidad política. En esta ocasión, Vargas Fosado corrió con la suerte de que los hechos violentos afuera de la Secretaría de Finanzas involucraron a supuestos comerciantes de una zona que la opinión pública ubica como distribuidora de cosas robadas, por ello, la gente no está interesada y mucho menos indignada por lo sucedido, pero cabe preguntarse qué sucederá cuando los excesos del titular de la SSP sean contra amas de casa, campesinos, trabajadores, estudiantes u otros sectores sociales no estigmatizados, como si lo están los comerciantes de la 46.