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Subject: DEBATE, COLUMNA 1, FOTO DE LUIS CASTRO, RAFAEL MORENO VALLE Y TONY GALI
Date: Tue, 14 Jun 2016 19:17:17 -0500
DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
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Luis Castro y Nueva Alianza: claves para el 2018
Un hecho poco advertido, pero muy importante, ocurrido el domingo pasado fue – sin duda- la presencia de Luis Castro, el presidente nacional de Nueva Alianza (PANAL) en la entrega de constancia a Tony Gali Fayad como gobernador electo.
Que el dirigente del PANAL haya acudido a dicho evento no solamente es un espaldarazo a quien gobernará Puebla a partir del 1ro de febrero de 2017, sino que también representa un fuerte nocaut para el PRI, Manlio Fabio Beltrones, Miguel Ángel Osorio Chong y quien aspire a ser el candidato presidencial priísta en 2018.
Ante la debacle del PRI el pasado 5 de junio, cuando perdió 7 de las 12 gubernaturas en disputa y solamente fue capaz de recuperar Oaxaca, en tanto que el muy importante estado de Veracruz dejó de ser el granero de votos de los priístas, la realidad es que se percibe un 2018 harto difícil para el tricolor: http://desdepuebla.com/se-acabo-ni-los-priistas-quieren-a-pena-nieto-ya/132442/.
PAN, PRD, PANAL, ¿LA MEGACOALICIÓN DEL 2018?
Aunque faltan meses para la sucesión presidencial del 2018, la presencia de Luis Castro en eventos morenovallistas fortalece la percepción de que el PANAL podría apoyar a Rafael Moreno Valle en la próxima elección federal, sobre todo si se toma en cuenta la buena relación del gobernador de Puebla con el dirigente alianzas y, también, con el sector magisterial.
Moreno Valle y sus secretarios de Educación, como Luis Maldonado, Jorge Cruz y Patricia Vázquez han sido especialmente cuidadosos en no maltratar a los maestros de Puebla. A diferencia del gobierno federal, Aurelio Nuño –otro que se siente presidenciable por el PRI- y Emilio Chuayffet, que se la pasan golpeando, literalmente, a los profesores del país.
Además, Luis Castro sabe que las coaliciones que ha formado con Moreno Valle y el PAN han sido exitosas; en tanto que fracasó la mayoría de las que formuló con el PRI en junio pasado. Los maestros NO quieren al tricolor ni al gobierno federal priísta, luego de las golpizas, amenazas, persecuciones, quita de prestaciones y demás ataques sufridos desde la SEP.
Este escenario hace muy probable que el PANAL y Luis Castro acepten una alianza con el blanquiazul, si la encabeza Rafael Moreno Valle, que es el ÚNICO precandidato panista que ha trabajado la relación con el sector magisterial y su partido.
PRD: ALIANZA CON EL PAN O DESAPARICIÓN PAULATINA
Por su parte, es altamente probable que -si Agustín Basave se mantiene como dirigente nacional del PRD- los resultados del 5 de junio le hayan dejado claro que una coalición con el blanquiazul es la mejor forma de asegurar que su partido enfrente exitosamente la sucesión presidencial del 2018.
Y aunque Basave Benítez no se sostenga al frente del PRD, la corriente hegemónica, la de Jesús Ortega y Jesús Zambrano, siempre se ha mostrado abierta a las coaliciones con el morenovallismo, porque en el 2010 y 2013 fueron exitosas, además de que el gobernador de Puebla mantiene buena relación con ellos.
Desde luego que los perredistas ligados al PRI, como Luis Miguel Barbosa Huerta, el senador Luis Sánchez, Roxana Luna y demás querrán a toda costa sabotear la coalición con el PAN, como hicieron en Puebla durante la elección pasada. Pero son minoría al interior del PRD y sus resultados en Puebla, Tlaxcala y el resto del país los ponen como pésimos operadores electorales.
Y una eventual alianza PAN, PRD y PANAL en el 2018 sería más que competitiva. Veamos: en la pasada elección federal intermedia del 2015 la coalición PRI –PVEM sumó 13 millones 248 mil 129 votos y eso que el tricolor, el gobierno federal y los pevemistas no enfrentaban la crisis de desprestigio y rechazo social que sufren hoy.
Si panistas, perredistas y panalistas se hubiesen aliado en el 2015 su votación habría sido de 12 millones 991 mil 548 electores, cifra que ratifica que esta eventual podría superar exitosamente no solo al PRI, sino a AMLO y Morena, que desde el año pasado se erigieron como fuerzas políticas emergentes y poderosas.
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