Es verdad, Marín es intolerante, soberbio y arrogante
02 de Diciembre 2010Por: Yuri R. Ruiz
Es verdad, Marín es intolerante, soberbio y arrogante
Que haya demandado Mario Marín Torres, aún gobernador de Puebla hasta el primero de febrero de 2011, es algo que más que asustarnos nos obliga a hacer un acto de conciencia interna y ver si en las publicaciones de Acentoveintiuno se mintió, difamó, calumnió o se habló de algo que no sepamos del flamante ejecutivo estatal. Creo que no y eso lo sabe el ahora ofendido.
Los testimonios dichos y hechos confirman a Marín Torres como uno de los peores mandatarios que haya tenido Puebla. No sé si el gobernador electo Rafael Moreno Valle, será mejor, espero que así lo sea por el bien del estado.
Los problemas que tiene Marín Torres son de carácter civil, penal, mercantil y es algo que debe afrontar, así como esta demanda que nosotros en el grupo editorial asumiremos pues no nos amedrentamos. Más bien nos unimos y vemos que es necesario hablar con la verdad contra aquellos que pretenden ocultarla.
¿Qué busca Mario Marín? Seguro impunidad, inmunidad y todo lo que se les consagra a los funcionarios públicos cuando asumen sus cargos pues sienten que el fuero es algo con lo que vivirán por el resto de sus días para hacer y deshacer a sus anchas a quien no esté con ellos y sí en contra de ellos.
El gobernador de Puebla no se debe olvidar el principio básico de cualquier democracia que es la de respetar a las personas que no piensen igual que uno, hacerlo de manera inversa es fomentar el autoritarismo que tanto daño le ha ocasionado a nuestro país por muchos años. El opinar y decidir es un derecho fundamental de cualquier ser humano.
Ya lo dijo el filósofo francés Voltaire "No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defendería hasta la muerte su derecho a decirlo". Para entender mejor, estamos viviendo una nueva democracia, se acabaron los tiempos de la dictadura y el autoritarismo. Ya no queremos persecuciones y que sean los políticos quienes pretendan tener una verdad que es ínfima. No más ley mordaza.
Los medios podemos expresar, claro con fundamentos nuestros dichos y hechos, no hablamos por hablar. Buscamos siempre fuentes fidedignas, que confirmen lo que se publicará. No lo hacemos de forma unilateral, siempre hemos querido las versiones del o los afectados, pero en estos tiempos algunos funcionarios públicos no se han dado cuenta del cambio en el país. Precisamente es está intolerancia la que tanto mal le ha hecho a México.
Si algo se puede refutar de lo que publicó Acentoveintiuno, que lo diga Mario Marín, tiene derecho de réplica estipulado en la Ley de Imprenta para hacerlo pero de ahí a que se vaya a una demanda de carácter civil, nos obliga a responder con hechos lo que se habló de su persona.
Si Marín Torres dice que se está difamando, calumniando y otras cosas más. ¿Por qué no habla con el juez y le explica que mandó quitar las propagandas del diario en discordia en Puebla? ¿Por qué no le explica completo el asunto y no nada más lo que le conviene?
Hacerlo de esta forma es tratar de acallar la libertad de expresión y poner ley mordaza a los medios de comunicación. No se vale, con manotazos en la mesa, silenciar las cosas que todos sabemos pero que, algunos, tienen miedo en decir.
Acentoveintiuno no tiene miedo y no se deja intimidar. Nacimos para informar a la sociedad que quiere frescura e información firme y verdadera. No nos echamos para atrás, no nos acobardamos y nos escondemos. Es lo que opinamos, investigamos y publicamos. Claro que no nos equivocamos y por eso dicen que la verdad duele. Ser críticos es una labor periodística y ya nos dimos cuenta que incomodamos al gobernador poblano.
Nosotros no lanzamos la piedra y escondemos la mano. Seguiremos señalando no sólo a usted señor Mario Marín sino a muchos que demasiado daño le han hecho y le siguen haciendo al país. Hay que responder con bases, sin prepotencia, sin autoritarismo y no siendo intolerantes.
El fuero y la impunidad es el veneno de los pueblos. El responsable es la autoridad, casi siempre los poderosos, los políticos y los ricos que buscan violar la ley y prostituirla. No se vale aprovecharse de su fuero para vulnerar la justicia amparándose en el artículo 61 de la Constitución que también protege a los funcionarios públicos; y a los periodistas ¿Quién nos protege? Nosotros no tenemos fuero, pero si el poder de decir la verdad sin tapujos ni recovecos.
Sería bueno que estudiáramos los alcances del fuero y la impunidad de los funcionarios públicos –se les olvida a muchos que llegaron a ese cargo por el voto en las urnas– entonces no hay problema pues en todo caso es el pueblo quien tendrá que ejercer su opinión contra Mario Marín.
No podemos seguir viviendo en un país de cínicos y de abusos de poder, una crítica no le debe hacer daño a nadie, no puede seguir la persecución sino vivimos en un estado dictatorial, eso ya se acabó y por eso la sociedad poblana castigó el pasado 4 de julio al PRI, al igual lo hizo en Oaxaca y en Sinaloa.
Al igual que la periodista y escritora Lydia Cacho, en Acentoveintiuno no nos sentimos intimidados. Nosotros no fomentamos el totalitarismo y las vejaciones contra el ser humano como lo hizo Marín contra ella. ¿O qué, no fue real lo de Kamel Nacif?. Y tampoco olvidemos sus charlas subiditas de tono con una menor de edad. ¿También eso no es verdad señor Mario Marín? Las pruebas están en la mesa. Que sea la población quien a usted lo juzgue. Y si tiene la conciencia tranquila, entonces no se preocupe gobernador.
Amenaza Mario Plutarco Marín al Periodico Acentoveintiuno
02 de Diciembre 2010Por: Editorial 5-XII-2010
Mario Plutarco Marín Torres, fiel a su estilo de gobernar, acostumbrado a la manipulación de la información, alejado del escrutinio público e imponiendo la premisa del narcotráfico de "plata o plomo", ha mantenido una prensa –en Puebla– digamos dócil, aun en los momentos más cuestionados de su gobierno, no obstante existir diversas denuncias en su contra, por agravio a periodistas, comunicadores, medios de comunicación, campesinos y ciudadanos despojados de enormes extensiones de tierra, que alcanzan miles de hectáreas.
El gobernador saliente pretende dejar el cargo de la misma forma en que inició su mandato, siendo "el héroe de la película, papá".
Este miércoles primero de diciembre, el llamado "gober precioso" por sus testaferros, interpuso una demanda contra 10 periodistas y la casa editorial del periódico Acentoveintiuno, derivado de las publicaciones en las versiones impresa y online, en las que –sustentados en investigaciones periodísticas, declaraciones de testigos y denunciantes– hemos develado en cada uno de los reportajes, la corrupción y las redes de complicidades que tejió el "gober precioso" para saquear Puebla durante sus casi seis años de administración.
Acentoveintiuno ha exhibido las triangulaciones de recursos públicos que realizó Marín Torres a través de casas de bolsa, constructoras, impresores y particulares que incluyen a Mario Marín García, hijo del "gober precioso", para adquirir propiedades en diversas partes de México y Europa.
Además, la investigación periodística que desnudó las inversiones de miembros del gabinete estatal de Puebla en casas de bolsa con valores tazados en cientos de millones de dólares, como fue el caso de Casa de Bolsa Vector, la cual mantiene como accionista a Gerardo María Pérez Salazar.
Esta investigación incluyó el reporte de la calificadora Stándar&Poor´ s, así como las constancias de la CONDUSEF que lo acreditan como miembro propietario del consejo de administración, incluyendo el testimonio del mismo funcionario ante el Congreso del Estado de Puebla, en el que admite haber invertido millones de pesos del erario público en la casa de bolsa de su propiedad, Vector.
Mediante una demanda civil en el Distrito Federal, el gobernador del estado de Puebla, Mario Plutarco Marín Torres, pretende amordazar las investigaciones de Acentoveintiuno, tras amagar con lo que llama de manera inocente "daño moral", causado a su "impecable, renombrada, intachable y pulcra imagen", para lo cual exige una "cantidad" no determinada de dinero, según él.
El gobernador apela a la Ley de Responsabilidad Civil para la Protección del Derecho a la Vida Privada, el Honor y la Propia Imagen, del Distrito Federal, "con el propósito de que cese el abuso y se reparen los daños ocasionados… En virtud de la exposición y publicación de imágenes relativas a mi persona".
En la relación de hechos de la demanda presentada por Mario Marín en contra del Consejo Editorial del periódico, y aceptada por el juez sexagésimo quinto de lo Civil del Distrito Federal –licenciado Francisco Sergio Lira Carreón–, se establece que al gobernador le molestó el contenido de diversos espectaculares que aparecieron en la ciudad de Puebla y el Distrito Federal, como parte de los promocionales de Acento Veintiuno, los cuales se encuentran localizados en las principales avenidas de la capital del país e incluyen un recuento de los excesos cometidos por Marín Torres, así como de las denuncias presentadas en su contra y sus abusos, incluyendo –por supuesto– su grotesco rostro.
Agrega Marín en la supuesta demanda: "Espectaculares en donde se divulgan una serie de falsedades sobre mi persona y en donde se utiliza mi imagen con el objeto de denigrar a mi persona, tanto en lo personal (sic) como servidor público…", como si fuera posible denigrar aún más la imagen que dio vuelta al mundo, por haber empleado la estructura gubernamental de Puebla para atacar y pretender acallar las denuncias públicas por protección a pederastas, publicadas por la periodista Lydia Cacho Riveiro, como si las demandas interpuestas solucionaran los problemas de corrupción en que se han visto envueltos él y sus funcionarios.
Habla también como si las demandas resolvieran el entramado del narcotráfico que ha resultado durante su gestión, con personajes como El Grande, El Barbas, El Z-18 y otros.
Extrañamente, Puebla es la única entidad del país donde los grandes narcotraficantes no necesitaron de la protección de cuerpos policiacos y el contubernio de las autoridades estatales. Puebla es el estado en donde, según "El precioso", nunca pasa nada y si algo se publica en su contra, el "plata o plomo" es la marca de su ya desfalleciente mandato.
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