Roberto Desachy cuestiona el costo de la impunidad marinista

Debate País: Puebla /México Fuente: Periódico Sección: Metrópolis Tipo Nota: Columna Publicación:: 10/12/2010 Autores: Roberto Desachy Severino Páginas: 24 NC: Diego Rivera Hernández (Puebla) FC: 10/12/2010 08:39:40 a.m.

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Tamaño : A A A ¿A cambio de que? Es imposible de creer que el mismo gobernador saliente que envió a sus diputados locales, encabezados por Humberto Apilar Viveros, y a su secretario de Gobernación, Valentín Meneses Rojas, a rechazar tajantemente la línea de crédito que originalmente solicitó su sucesor, en menos de un mes haya modificado de manera radical su posición y a cambio "de nada". Y también es impensable que el mismo Mario Marín Torres que apenas la semana pasada mandaba a su carnada de legisladores y a sus dirigentes del PRI, Juan Carlos Lastiri Qpirós y José Alarcón Hernández, a amenazar a su sucesor Rafael Moreno Valle Rosas con disputarle el control del Congreso local, a través de la desaparición de la Gran Comisión, haya reculado solamente por "arte de magia o inspiración divina". Los 9 años que gobernó, primero la ciudad y luego la entidad, Marín Torres demostró claramente que no es un demócrata y que no le importa la voluntad ciudadana. Por ello, el hecho de que haya aceptado darle a Moreno Valle la línea de crédito por 2 mil 500 millones de pesos y de que deje de insistir en la desaparición de la Gran Comisión del Congreso local, solamente puede deberse a fuertes presiones o a una negociación política. Al gobernador de Puebla se le puede acusar de todo o casi: intolerante, excluyente, opaco, autoritario, abuso de poder, corrupción e ineficiencia galopantes en su administración, entre otras características que predominaron en el marinismo. Pero nadie en su sano juicio piensa que es tonto, neófito en política o inocente. Entonces, insisto, sus concesiones para Moreno Valle solamente pueden deberse a presiones o a negociaciones políticas. Y en este momento, Marín Torres todavía tiene bajo su mando la estructura y los recursos del gobierno, lo que deja a su sucesor con escasos elementos de coacción y deja entrever que la "concertacesión" marinista-morenovallista se generó mucho más por negociación, que por presión. EL COSTO DE LA IMPUNIDAD Este contexto, es válido pensar que Marín Torres se aprovechó de las necesidades de Moreno Valle de contar con recursos frescos en el inicio de su gestión y de mantener el control operativo de la Gran Comisión del Congreso local, para forzar una negociación que le garantice la tranquilidad que genera la impunidad. En este sentido, es necesario preguntarse si la impunidad que, presumiblemente, habría obtenido Marín Torres se extendería a sus colaboradores o si, como dijo Valentín Meneses respecto a las acusaciones de la PGR contra Javier García Ramírez, el gobernador no meterá las manos al fuego por nadie y negoció solamente por él y su familia y dejará que el morenovallismo crucifique a sus funcionarios. También es necesario enfatizar que el costo de la impunidad marinista sería alto para el gobernador electo y el PAN., porque provocaría que la ciudadanía se desilusione de ellos en muy poco tiempo, además de que reduciría enormemente su llamado "bono democrático" y credibilidad. Moreno Valle y su equipo deben entender que ganaron la elección gracias a que dijeron que eran diferentes del marinismo y la gente se los creyó. Por lo mismo, si deja sin sancionar los públicos abusos y excesos de Marín Torres y su grupo, ¿quién seguirá confiando en que el gobierno entrante cambiará las cosas y cumplirá sus promesas de campaña? Además, un gobierno emanado del PAN - a través de Felipe Calderón Hinojosa y la SCJN - ya le dio impunidad a Marín Torres una vez con el caso Cacho y el costo político -electoral para el panismo fue brutal: perder las elecciones local del 2007 y federal del 2009, siendo arrasado en ambas. En este contexto, si una vez más el panismo solapa al conocido a nivel nacional y mundial como el "góber precioso", la desilusión y el desencanto de muchos poblanos y mexicanos acabarían de un solo con una buena parte del "bono democrático" que Moreno Valle y sus coaligados obtuvieron en los pasados comicios. Es más, cabe preguntarse si las aspiraciones presidenciales de Moreno Valle para el 2012 o el 2018 se fortalecerían o decrecerían por la impunidad marinista. Concuerdo con usted: solapar al "precioso" no sería una buena carta de presentación para nadie que quiera ser titular del Ejecutivo federal.