| Edgar Nava y Rubén Quintero, los empresarios que arroparon a Marín Jr. | | Imprimir | |
| Valentín Varillas / Columna La tempestad / Status | |
| lunes, 09 de agosto de 2010 | |
| Son los auténticos privilegiados del actual sexenio. Se trata de un grupo de empresarios, en su mayoría jóvenes, quienes tuvieron la capacidad de infiltrarse en los círculos más íntimos del poder político local y a su amparo, hicieron negocios millonarios. En el ánimo del propio gobernador del estado, ocupan inclusive lugares a los que ningún miembro de la burbuja ni siquiera aspira. En público y en privado se ufanan no sólo de tener derecho de picaporte en su interlocución con Mario Marín y su familia, sino de influir directamente en la toma de decisiones importantes, tanto en lo afectivo, como en ejercicio de gobierno. Si bien no son más de diez, dos son sus cabezas visibles: Edgar Nava García y Rubén Quintero Curiel. Se hacen llamar los íntimos de los íntimos. Es más, para diferenciarse de otros amigos y colaboradores del mandatario estatal- a quienes ellos mismos han calificado como "la pipitilla"-, diseñaron un código particular de comunicación entre ellos en donde utilizan la palabra "Tigre" como distintivo. La confianza depositada en ellos fue tal, que más allá de beneficiarse con contratos de obra superiores a los mil millones de pesos, cada uno, a través de las empresas Grupo Constructor y Arrendador del Centro (Gruconsa) y Esna Construcciones en el caso de Nava y Gomza, propiedad de Quintero Curiel, tenían el encargo personal de introducir en las grandes ligas de los negocios a Mario Marín hijo. Y cumplieron a cabalidad. Ya en plena coyuntura electoral, uno de los favores especiales que el gobernador le pidió a sus entrañables "amigos" fue el de arropar a su candidato, a su delfín y mostrar en público y en privado su incondicional apoyo al proyecto Z. Nava y Quintero se convirtieron así en asistentes frecuentes a los mítines del candidato marinista en varios municipios al interior del estado a donde llegaban en autobuses de lujo que rentaban para no sacrificar la comodidad a la que están acostumbrados y de paso agasajar a sus invitados especiales, en su mayoría jóvenes empresarios que tenían la ilusión de integrarse en esta selecta cofradía y ser considerados en el reparto del pastel para el próximo sexenio. Así fue por semanas. Sin embargo, la lealtad e institucionalidad de los famosos "Tigres" quedó en entredicho en la recta final del proceso electoral. El entusiasmo cayó de la mano de la frecuencia con la que asistían a los actos de campaña. Paralelamente y contra todo pronóstico, empezaron a tender sólidos puentes de comunicación y entendimiento con el candidato de la alianza opositora, Rafael Moreno Valle, a través de la intermediación de Jorge Aguilar Chedraui, uno de los personajes más cercanos y de mayor influencia en el círculo del ahora gobernador electo. Aguilar Chedraui y Quintero Curiel son amigos desde aquellos años en donde compartieron responsabilidades en la Secretaría de Finanzas del sexenio de Melquiades Morales, amistad que lejos de fracturarse se fortaleció en las semanas previas al 4 de julio. Ambos personajes mantuvieron un canal de comunicación constante durante la campaña y compartían análisis y comentarios sobre la coyuntura política local. Aguilar Chedraui fue el vínculo por medio del cual Nava y Quintero lograron reunirse con Moreno Valle, fuera de Puebla y llegar a acuerdos que los propios asistentes calificaron en su momento como de "conveniencia mutua". El encuentro se mantuvo en total hermetismo y se acordó que en caso de que se filtrara, se negaría hasta sus últimas consecuencias. A pesar del sigilo, juran que existe evidencia fotográfica de lo anterior. Imágenes que no dejan lugar a dudas en donde se ven los cuatro descendiendo del mismo helicóptero. Sin embargo, más allá de las minucias que rodearon lo anterior, el contexto obliga a varios cuestionamientos: ¿Se sumaron los "Tigres" al concierto de deslealtades y traiciones que caracterizaron la campaña de López Zavala? ¿Lo hicieron de manera espontánea? ¿Recibieron o no línea? ¿Qué sabían ellos sobre lo que iba a pasar el 4 de julio que decidieron cambiar de bando en el último momento? ¿Quién les dio tan privilegiada información? ¿Los envió el gobernador de avanzada para proteger sus intereses? ¿Es el acercamiento de los empresarios consentidos del marinismo con Moreno Valle otra muestra más de que Marín sacrificó a su delfín? ¿Los veremos llevando mano en la realización de obra pública en el próximo sexenio? En esta puebla de hoy, sucursal de la Comala de Rulfo, todo puede pasar. |
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