DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
Armenta Mier y la habilidad de quedar mal con todos
Bien se dice que las victorias tienen muchos padres y las derrotas son huérfanas, porque hoy prácticamente todas las corrientes políticas critican al ex dirigente estatal del PRI, Alejandro Armenta Mier, incluso aquéllas a las que sirvió, como el marinismo y el zavalismo, a las que permitió quedarse con todas las candidaturas importantes en el 2009 y 2010.
Así, la zavalista-marinista Norma Sánchez Valencia (El Columnista, 10 de noviembre) arremetió contra Armenta Mier al acusarlo de "blandengue" y ser excesivamente institucional. Además, le recriminó el no dar a conocer los nombres de quienes, según el zavalismo, traicionaron al PRI en la pasada elección.
Otro zavalista, Víctor Hugo Islas Hernández, seguramente con la esperanza de que su mentor lo haga coordinador de la fracción parlamentaria del PRI en el siguiente Congreso local, le recriminó al ex dirigente priísta que no haya enviado loas al candidato perdedor durante su pasado informe de labores.
Y, sin duda, Sánchez Valencia tiene razón, porque – efectivamente – en el pasado proceso electoral Armenta Mier debió no ser un blandengue y oponerse a que Mario Marín Torres impusiera a los dos candidatos principales. Pero el entonces dirigente del partido no se comportó como un verdadero defensor de los intereses del partido, sino como un abogado de oficio del marinismo y, en especial, de quien el gobernador designó como candidato.
¿Cómo olvidar que, con su investidura de dirigente del PRI, el hoy defenestrado y antes amado por el zavalismo arremetió con todo contra la presidenta Blanca Alcalá Ruiz, a la que sacó de la pugna por la candidatura, a pesar de que ella quería jugar con los tiempos políticos y seguir flotando en el mar de la indefinición?
Los zavalistas tampoco deberían olvidar que Armenta Mier tapó las muchas anomalías que el delfín marinista cometió en la contienda interna, como el telemarketing ordenado desde la secretaría de Desarrollo Social o la manipulación y publicación de encuestas a favor del candidato fracasado, entre otras.
El marinismo – zavalismo no debiera omitir, tampoco, que fueron Alejandro Armenta y José Alarcón Hernández quienes maniobraron y manipularon la contienda interna, para darle la candidatura a López Zavala eliminando – en la mesa y sin siquiera darle la oportunidad de competir- a Enrique Doger Guerrero.
Y los marinistas jamás debieran olvidar que, después de la elección federal del 2009, cuando el PRI ganó las 16 diputaciones federales en disputa, el hoy rechazado ex dirigente del partido destapó a Mario Marín Torres como precandidato a la presidencia de la República en el 2012.
Ni modo, Alejandro, ya ni aquéllos a los que serviste te reconocen. O ¿alguien recuerda cuando, en julio del 2009, en el festejo del cumpleaños de Mario Marín, éste ponderó el trabajo político – partidista de Armenta Mier y dijo que su ex pupilo le recordaba a él mismo antes de que buscara la presidencia municipal de Puebla?.
Elementos
· Al final de su gestión, pero más vale tarde que nunca, Alejandro Armenta Mier mostró algo de dignidad y hombría política como dirigente estatal del PRI, ya que no le mostró a Mario Marín Torres ni a Javier López Zavala la copia de su informe antes de leerlo en el Centro Mexicano Libanés. Lástima que, como se dijo, esta señal de independencia la haya dado hasta ahora.
· Usted no lo sabe, pero los dos personajes a los que Armenta Mier sirvió como presidente del PRI terminaron molestos y decepcionados de él. Mario Marín Torres se enojó con el hoy ex líder cuando le dijo que no era conveniente que López Zavala pugnara por la dirigencia del partido, porque esto lo sometería a un mayor desgaste político del que ya acarreaba y el tricolor acabaría más fracturado de lo que quedó antes y después del 4 de julio.
· Mientras, el fracasado delfín marinista se encabronó con su ex aliado cuando el todavía dirigente priísta declaró a la prensa que no apoyaría "apetitos personales" en el proceso de sucesión partidista, porque quedó más que claro que lo único que buscaba zavalita era una cuerda a la que asirse.
· Es una actitud vil y cobarde querer deslindarse del fracaso zavalista, como lo pretende hacer ahora Javier Sánchez Galicia, quien dijo que él no perdió el 4 de julio, puesto que su nombre no estuvo en la boleta y pretende autojustificarse diciendo que no pudo hacer nada para salvar al delfín de su jefe, que "ya venía malito" desde su nominación.
· Se le olvida a Sánchez Galicia que fue él y nadie más quien puso la cargada mediática poblana a disposición de López Zavala, el que organizó campañas negras contra los adversarios del delfín, empezando por Enrique Doger Guerrero y siguiendo con Blanca Alcalá Ruiz y el que hizo publicar encuestas trucadas a favor de su fracasado candidato.
· Este sedicente "operador mediático" también omite que, en 5 años, no logró recomponer la pésima imagen de su jefe, Mario Marín, ante los espacios informativos nacionales, pese a todo el dinero que manejó.
· Hoy, junto al supuesto encuestador Elías Aguilar, ambos tratan de venderse como "expertos en política y el poder", pero no han logrado explicar por qué si supuestamente son peritos en ese tema, en la pasada elección respaldaron a perdedores como López Zavala y Mario Montero Serrano.
· Como diría el clásico, quien no los conozca que los compre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario