DE SANGRE AZUL
Por Rigoberto Plata
Moreno Valle y el Yunque pelean por el CEN del PAN
Las apuestas están echadas para la renovación de la dirigencia nacional del PAN el próximo fin de semana. Los candidatos a dirigir el CEN del partido en el gobierno se han mantenido desde el principio en la batalla y todo parece indicar que salvo alguna sorpresa de última hora llegarán a la sesión del consejo nacional para competir en una batalla que se antoja de pronósticos reservados.
Los candidatos a dirigir el PAN son Judith Díaz Delgado, Gustavo madero, Roberto Gil, Cecilia Romero y Francisco Ramírez Acuña; todos ellos panistas de larga trayectoria, salvo Gil, tienen como discurso renovar a un partido que ellos mismos señalan parece que cada día claudica más ante los intereses del poder en vez de cumplir con los anhelos de cambio que ofreció a los ciudadanos.
En el caso poblano, la elección nacional del partido ha servido visiblemente para resquebrajar la frágil unidad que existe entre los grupos panistas. Los trece consejeros poblanos que votarán el fin de semana distribuirán sus votos esencialmente entre los candidatos Roberto Gil y Cecilia Romero. El primero de ellos se ha venido constituyendo como el candidato oficial del calderonismo, el auténtico caballo negro que nadie esperaba. Todos los momios –si estos fuera una casa de apuestas- favorecían en un principio a Gustavo Madero como el candidato del residente de los Pinos, al grado incluso de que en Puebla el hoy gobernador electo acudió al registro de la candidatura de Madero y otros panistas consejeros como Humberto Aguilar también hicieron pública su adhesión. Pero de repente, y fiel a su estilo maquiavélico, Calderón volteó bandera y mandó a sus principales operadores a trabajar a favor de Gil, por supuesto sin dejar a uno que otro peso pesado en el equipo de Madero por si las intenciones del exsubsecretario de Gobernación no prosperaran. Roberto Gil cuenta con los votos de al menos cinco de los trece consejeros nacionales poblanos, esencialmente los votos del grupo del senador Ángel Alonso Díaz Caneja, incluyendo por supuesto a Genaro Ramírez. A pesar de ser files morenovallistas en el estado, el grupo del senador incómodo –así le llaman en el Comité Estatal- apuesta por Gil y no por el candidato que apoya el gobernador electo, Gustavo Madero. No debe olvidarse que desde que el calderonismo se instaló en el país, el grupo más cercano a dicha expresión en Puebla es el de Díaz Caneja, por lo que se entiende que el candidato oficial del presidente de la república es evidentemente Gil.
Por otro lado, la otra candidatura que en Puebla llevará su fuerza a la asamblea del consejo del fin de semana es la de Cecilia Romero, plenamente identificada en las tripas del partido con el ala más reaccionaria denominada el Yunque. Prácticamente los ocho votos restantes de los trece consejeros poblanos se volcarán con la extitular de Migración federal, y con ello Puebla se refrenda como una entidad en la que los grupos como el Yunque siguen mandando. Los principales promotores de Cecilia Romero en la entidad son Juan Carlos Mondragón y Leonor Popócatl , incluso el primero de ellos, siendo presidente del PAN en el estado, acompañó a Romero al registro de su candidatura. No debe extrañar que mientras Mondragón apoya a Cecilia Romero, Moreno Valle hace lo propio con Madero y los calderonistas puros en la entidad impulsan a Gil. El partido en el futuro gobierno estatal, el PAN, no está plenamente cohesionado al interior y eso se verá reflejado en el consejo nacional.
¿Cuál será finalmente el resultado? Aunque parece de pronóstico reservado como ya decíamos, parece que el fiel de la balanza se inclinará con Roberto Gil, el candidato más joven de todos los que compiten en la contienda y el de menos militancia partidista. Con ninguna posibilidad está claramente la más opositora al calderonismo, Judith Díaz, quien tienen a su favor muy pocos consejeros y ninguno poblano por supuesto, pues el día que visitó al panismo en la entidad nadie, ninguno, la acompañó salvo la siempre trasnochada diputada electa Denisse Ortiz quien no votará el fin de semana. Gustavo Madero pasará a la historia de esta elección como el tonto útil del calderonismo y muy tarde se dará cuenta que fue engañado y en esa circunstancia se llevará entre las patas a poblanos como el Gobernador electo –quien no vota pues no es consejero hasta que tome posesión en febrero- y Aguilar Coronada, quien sí vota pero sumará son ésta una derrota más a su ya larga lista de descalabros del 2010.
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