DEBATE
Por Roberto Desachy Severino
Rafael Moreno Valle y Eduardo
Rivera Pérez: ni se ven ni se oyen
Ocurrió el sábado 6 de noviembre, en la funeraria donde se velaba a Luis Orea, cerca de las 8 y media de la noche: entró el gobernador electo Rafael Moreno Valle Rosas a presentar sus respetos a los familiares de la persona fallecida y se topó de frente con el futuro edil Eduardo Rivera Pérez…con quien no intercambió ni siquiera el saludo, lo que dejó mudos y fríos a varios panistas que estaban en los jardines de dicho lugar.
Esta escena de la vida real parece presagiar una áspera o, cuando menos, fría relación entre el gobernador y el alcalde electos, pese a que ambos emanaron del PAN y a que – de alguna forma – sus respectivos futuros políticos están coaligados. Y, desde luego, a pesar de que el porvenir de Puebla (ciudad y estado) depende de su trabajo conjunto y decisiones.
Lo que sucede es que la concepción política de los dos es muy diferente, casi opuesta. Formado en la ortodoxia priísta, Moreno Valle sabe que ganó la elección de julio, que es el gobernador electo y, por lo tanto, espera que los presidentes municipales y diputados locales de su partido lo vean como su jefe político.
En contraste, Rivera Pérez y quienes lo rodean, en especial los miembros del Yunque, como Enrique Guevara, Pablo Montiel, Jorge Espina Reyes, Miguel Méndez, Antonio Sánchez Díaz de Rivera y muchos más piensan que ellos triunfaron el 4 de julio y que no le deben nada ni la campaña por el gobierno que hizo Moreno Valle desde el 1999 ni al antimarinismo o antizavalismo predominantes, principalmente, en la zona metropolitana de la Angelópolis.
El edil electo ha dicho abiertamente que no le debe nada a Moreno Valle, Felipe Calderón o al mismo PAN y que, en consecuencia, poco le interesa lo que estos actores políticos esperen de su gestión municipal. También pesará en su contra el rompimiento con Humberto Aguilar Coronado, a quien no le cumplió los acuerdos pactados.
Además, mientras que los panistas con los que Rivera Pérez tiene acuerdos son Ana Teresa Aranda, Antonio Sánchez Díaz de Rivera, Gabriel Hinojosa Rivero, entre otros personajes, los allegados al gobernador electo son Pablo Rodríguez Regordosa y Ángel Alonso Díaz Caneja, con quien el futuro munícipe mantiene una grave disputa interna.
El factor Luis Paredes Moctezuma
Un panista más con quien Eduardo Rivera se mantiene en confrontación es el ex alcalde Luis Paredes Moctezuma, a cuyo grupo político no le cayó en gracia que el próximo edil haya incluido en su equipo a Patricia Sánchez, ex esposa de quien gobernó la ciudad entre el 2002 y 2005.
Paredes Moctezuma sabe que Rivera Pérez lo sacó a la mala de la contienda interna por la candidatura del PAN al gobierno en el 2004 y, en consecuencia, podría tratar de cobrarle la afrenta. Además, el futuro munícipe lo ha ignorado por completo y, en contraste, le da juego político a Gabriel Hinojosa Rivero, a pesar de que – en el PAN – de los dos ex alcaldes el que más peso mantiene es el ex dirigente de la CANACO.
Elementos
Cuentan los allegados al gobernador y alcalde electos que otro elemento de distanciamiento entre ambos es que sus respectivas esposas no se llevan. Tanto Martha Erika Alonso como Liliana Ortiz jugarán roles importantes en las próximas gestiones, pero entre ellas no hay buena relación.
Por su lado, Denise Ortiz, la diputada electa y hermana de la esposa del próximo alcalde, deberá aprovechar sus 3 años en el Congreso local, porque todo apunta a que después de ese lapso quedará vetada para ocupar algún cargo en el gobierno morenovallista.
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