No dijo fuerte y claro Beatriz Paredes Rangel: en su escritorio tiene una lista de los militantes en Puebla que, supuestamente, traicionaron al partido en la pasada elección y contribuyeron a la entrega del poder, después de más de 82 años de detentarlo y de que en la pasada sucesión el tricolor iniciara con una ventaja de 20 puntos que se creía inalcanzable.
Lamentablemente, la todavía presidenta nacional del PRI se negó a precisar quiénes traicionaron a su partido en la sucesión, con el pretexto de que no es tiempo de realizar una "cacería de brujas" y a pesar de que es claro que el partido no podrá reconciliarse internamente y alcanzar la unidad real, si no se promueve, primero, un análisis de las verdaderas causas de la derrota, se dirimen responsabilidades y se toman medidas para no cometer los mismos errores que llevaron al priísmo a entregar el poder.
En consecuencia, Debate realizará un deslinde de responsabilidades de los priístas que intervinieron en la pasada sucesión, para encontrar a los culpables de las derrotas y dar con los "traidores" a los que Paredes Rangel, Alejandro Armenta y hasta el fracasado ex candidato, Javier López Zavala, han aludido en múltiples ocasiones, pero no se atreven a identificar claramente.
Los traidores
Antes que nada, es preciso señalar que todos los priístas involucrados en la derrota de julio fueron avasallados y, en diferentes proporciones, son corresponsables de la debacle electoral, aunque cada uno tiene un diferente grado de culpabilidad definido por sus decisiones y participación en la contienda.
Mario Marín Torres- Autoerigido como el "líder moral, gran elector o priísta número uno" en la entidad, es el principal culpable de la derrota de su partido, ya que encabezó un gobierno desprestigiado y lleno de escándalos (caso Cacho, narcoedil de Izúcar de Matamoros, entre otros), usó al PRI para cometer nepotismo al convertir a sus hermanos en diputados federal (Julieta) y local (Enrique).
Es el traidor número 1 en la lista, porque generó la derrota de su partido al imponer como candidatos al gobierno y a la alcaldía de Puebla a sus incondicionales, Javier López Zavala y Mario Montero Serrano, a pesar de que no garantizaban la victoria. Impuso - también - al dirigente estatal del PRI que entregó el poder al PAN, Alejandro Armenta Mier.
También es culpable de la derrota por haber promovido campañas mediáticas y políticas de desprestigio contra miembros del partido que no son de su grupo (Blanca Alcalá Ruiz, Enrique Doger Guerrero, el clan de Melquíades Morales Flores).
Y, de hecho, Marín Torres ocasionó que el hoy gobernador electo por la oposición, Rafael Moreno Valle, se fuera del PRI al haberlo excluido de la candidatura al Senado en el 2006 para imponer a Mario Montero Serrano.
Beatriz Paredes Rangel- Fue la cómplice principal de Mario Marín Torres en la debacle del partido, porque le permitió manejarlo a su antojo, imponer a sus incondicionales, excluir a las demás expresiones internas y atacarlas. Se comportó de una manera totalmente omisa y sospechosa en la sucesión estatal al no haber asumido su rol de dirigente nacional del tricolor.
Los culpables
A continuación, se enlista a los priístas que no pueden ser acusados de "traidores" al ser los primeros afectados por la debacle electoral, aunque - con sus acciones y omisiones - son los principales culpables de la entrega del poder:
Alejandro Armenta Mier- En lugar de erigirse como un verdadero dirigente del partido, se asumió como instrumento de Mario Marín y Javier López Zavala para concretar el proyecto transexenal del gobernador. Por ende, fue incapaz de impulsar candidaturas ganadoras.
Javier López Zavala y Mario Montero Serrano=Manipularon encuestas para quedarse con las candidaturas, compraron columnistas y periódicos que usaron contra sus rivales internos y se agandallaron las principales nominaciones excluyendo a los demás grupos del partido, a pesar de que no tenían posibilidad alguna de triunfar.
Se comportaron de manera soberbia, excluyente y patrimonialista al adueñarse del PRI y dejar las candidaturas "pipitilla" a los priístas no marinistas. Fueron incapaces de atraer el voto ciudadano y no contribuyeron a que hubiera una verdadera unidad interna.
Los corresponsables
Blanca Alcalá Ruiz, Enrique Doger Guerrero, Melquíades y Jesús Morales Flores, Alberto Amador Leal, Jorge Este fruí Chidiac, José Alarcón Hernández, entre muchos otros- Son corresponsables de las derrotas de su partido por haber convalidado las imposiciones electorales marinistas al sumarse a las candidaturas perdedoras.
Fueron incapaces de formar un frente común contra las imposiciones de Mario Marín Torres, a pesar de que el gobernador excluyó de las candidaturas a personajes con mayor potencial de voto que los derrotados López Zavala y Mario Montero, como Blanca Alcalá Ruiz y Enrique Doger Guerrero.
Se sumaron a la cargada marinista y, por lo mismo, también resultaron perdedores el 4 de julio.
Elementos
Vecinos de Cuautlancingo lanzan un SOS. Desde hace varios meses, los vecinos de la reserva territorial Quetzalcóatl, en el municipio de Cuautlancingo, que supuestamente preside el panista José Ricardo Juan Tequipanécatl, padecen una crisis de inseguridad, que continuamente los hace sufrir robos con violencia, sin que el ayuntamiento panista o el gobierno estatal priísta se den por enterados y les den seguridad._
Desde siempre, los habitantes de la reserva Quetzalcóatl se han enfrentado al olvido e indiferencia de los gobiernos estatales o municipales, incapaces de dar seguridad pública a una zona en que nunca se ven patrullas o policías. Pero esta crisis se ha vuelto más sangrienta en los meses recientes, con el incremento de robos con violencia y ataques en unidades del transporte público.
Por esto, en los últimos días algunos vecinos se organizaron y repartieron volantes en cada casa, para pedir a la gente autoprotegerse, mantenerse vigilantes y denunciar cualquier cosa extraña que vean.
En vista de que el edil de Cuautlancingo Juan Ricardo Tequipanécatl solamente se acuerda de esta> zona cuando quiere cobrar el predial y de que el gobernador Mario Marín ya nada más se preocupa de cuidarse las espaldas antes de entregar el poder a la oposición, es de esperarse que los habitantes de la reserva incrementen sus medidas de autoprotección e, incluso, que se encarguen de hacerse justicia por su propia mano.
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